Jueces 15: 18, 19 “Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Levi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó”.
Que hermosa experiencia la que había tenido sansón, los enemigos le quisieron atrapar, pero el espíritu de Dios tomó a este hombre y con la quijada de un asno eliminó a muchos de sus adversarios.
Es maravilloso cuando el Espíritu de Dios se manifiesta en nosotros para ayudarnos a vencer, la vida se nos hace distinta, sonreímos y testificamos de lo que Dios hace en nuestra vida; sin embargo a veces en medio del gozo y la celebración por nuestra victoria, nos olvidamos de nuestras debilidades y muchas veces no tomamos en cuenta que hemos hecho un desgaste fuerte para vencer nuestras batallas.
A muchos de nosotros nos ha sucedido que habiendo peleado y vencido al enemigo en una batalla, nos sentimos débiles y es esa debilidad la que nos debe impulsar a clamar a Dios.
He visto con preocupación como muchos han decaído terriblemente, porque al sentirse débiles dejan de acudir al Señor, buscan un responsable por su abatimiento o sencillamente se encierran en la idea de que dejando de acudir a Dios van a estar mejor, algunos piensan que sentirse débiles los hace indignos del Señor y por eso terminan por apartarse del camino de Dios.
Mi querido amigo lector, Dios conoce nuestras debilidades y nuestras fortalezas, es más, dice la palabra que el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad, él nos conoce a profundidad más de lo que podamos conocernos nosotros mismos, él quiere que reconozcamos que somos débiles, él quiere que le clamemos por ayuda, delante del Señor no tenemos que mantener ninguna apariencia de fortaleza, ante el debemos llegar como lo que somos en realidad, seres humanos llenos de fragilidad.
Sansón clamo y Dios no dejo que muriera aunque para salvarlo tuviera que abrir una fuente de agua que se había secado; querido lector el Señor no te dejará perecer, clama a él y cuéntale tu debilidad, el responderá y te dará a beber del agua maravillosa de su presencia que te sustentara, agua bendita que fluye de la mayor fuente de bendición y fortaleza; serás reanimado y podrás seguir caminando en la fe, contando cuan grandes cosas ha hecho el Señor contigo.
Hoy es un buen día para orar y reconocer nuestra debilidad delante de nuestro ayudador por excelencia ¡Jesucristo!
Ser puesto a prueba no es para nada agradable, siempre existe el temor de no estar a la altura de la situación, esto en el ámbito humano, porque en el ámbito espiritual y divino, nunca vendrá una prueba mayor a nuestra capacidad de resistir así lo dice 1 Corintios 10:13.
No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.
Es de admirar, Job sabía que la prueba venia para depurar cualquier impureza en su vida al punto de dejarlo como oro refinado en el fuego; es nuestro deber entender que las pruebas son permitidas por Dios para nuestro crecimiento espiritual.
Cada vez que somos puestos a prueba, es porque el Señor quiere darnos grandes lecciones y llevarnos a niveles maravillosos de comunión y experiencia, es en la prueba donde el cristiano forma su carácter, en medio de la prueba el orgullo, la vanidad, la altivez de espíritu, la dependencia del que dirán, etc. Todo lo que es impedimento para que el propósito de Dios se cumpla queda atrás, aunque a veces nos aferramos con uñas y dientes a ciertos hábitos y pensamientos y llegamos a decir sin esto no puedo vivir, finalmente Dios nos lleva a descubrir que para vivir de verdad y en plenitud lo necesitamos a él por encima de todo y que sin él no somos nada.
Quiero decirte que en medio de tu prueba levantes tu mirada, tienes delante un futuro maravilloso porque estas en las manos de Dios, él tiene un propósito a cumplir contigo, él jamás improvisa y esta situación de prueba es apenas el primer paso en una escala ascendente en la cual contaras con la ayuda de tu soberano salvador; amado hermano(a) no puedes evadir las pruebas, no debes rechazarlas, es tu deber enfrentarlas, tomado de la mano de tu Señor, en Isaías 40 dice que Dios da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas, si estas casado él te ayudará dándote la capacidad de hacer un esfuerzo más, si no tienes ninguna fuerza para salir adelante, el opera en tu ser un milagro de multiplicación en tu fortaleza mental y espiritual, para que puedas conquistar la victoria sobre tu dura situación; es por eso que al mirar hacia las batallas pasadas decimos: no sé de donde saque tanta fuerza, tanta paciencia, para soportar los días de lucha.
Querido lector las pruebas por las que paso Job están lejos de ser parecidas a las nuestras, sin embargo, el Señor quiere ser nuestro compañero y aunque el guarde silencio durante los días de nuestra prueba, el siempre estará presente ayudándonos, esto quiere decir que Dios está contigo y quiere verte vencedor, quiere que subas de nivel y eso solo podrá ser si perseveras; sigue adelante a pesar de todo, sigue adelante y no te detengas, sigue creyendo y Dios que es fiel a su palabra te dará la dicha de ser victorioso, todos tus días de prueba hoy, serán el testimonio que contaras mañana, quizás queden marcas de esta prueba, pero estas solo servirán para certificar que en verdad has peleado y has vencido tomado de la mano del Señor.
Estamos viviendo tiempos en los que la ansiedad ha logrado tomar un lugar prominente en la vida de muchas personas, algunos ya han sido diagnosticados, pero existe un número muy elevado de personas que no da importancia a tal fenómeno en su vida. Son personas que pasan sus días con mucho temor, llenando su mente de información dañina que les hace pensar y mencionar cada suceso trágico que puede llegar a ocurrirles, se desvelan y muchos recurren a la automedicación para sobrellevar el problema.
El texto citado hoy menciona al rey Ezequías este había recibido cartas de amenaza del imperio asirio que ya había devastado y conquistado gran parte de las naciones vecinas, con todo un desagradable panorama que ponía de manifiesto su desventaja militar, este rey decide acudir a Dios en oración; lo que un rey comúnmente haría sería buscar una salida diplomática, o en su defecto preparar su ejército y sus mejores armas con una estrategia que sorprendiera al enemigo, pero no fue así Ezequías acudió al señor con las cartas y las puso delante del Señor.
Al igual que Ezequías nosotros seremos librados de la ansiedad y la depresión si decididamente acudimos al Señor para poner en sus manos nuestras cargas, cuando nos entregamos en la mano del Señor y ponemos nuestro futuro en sus manos, entendiendo que solo sucederá lo que Dios quiere que suceda, tendremos paz, esa que sobrepasa el entendimiento humano, como lo dice filipenses 4:6 y 7.
Dale lugar a la palabra de Dios en tu vida, despójate de la información que viene para destruir tu fe, la mayor parte de información en redes sociales es falsa y es además una trampa que roba la paz. Querido amigo, mientras más tiempo pases en la sagrada palabra, mas hablaras de ella, tendrás una forma de ver la vida y las situaciones de forma diferente, como alguien que está en una posición más elevada, podrás ver satisfecha tu necesidad espiritual y a partir de eso todas las demás áreas de tu vida serán impactadas por la bendición del señor que fluye de su santa palabra.
Hoy tienes muchos recursos para llenar tu mente y tu corazón de las hermosas promesas de Dios que están reveladas en la sagrada escritura, la biblia es el salvavidas para este tiempo de incertidumbre.