Cristo es la respuesta

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"Ha pasado la siega, se ha acabado el verano, ¡y nosotros no hemos sido salvos!" (Jeremías 8:20). El pastor Omar Tejeiro, desde Bolivia, nos insta a no guardar silencio mientras la humanidad clama desesperadamente por una salvación que no llega. Las almas están en peligro, y el tiempo se agota. No podemos esperar más. La misión es clara: llevar el mensaje de la verdad a cada rincón del mundo antes de que sea demasiado tarde. Dios nos ha llamado a sembrar, orar y actuar. Es ahora o nunca.

Hay un lamento en el alma sin Dios, en forma de desesperación y búsqueda incesante de una paz que no alcanza con sus esfuerzos religiosos y creencias diversas, es un real anhelo de salvación: “Ha pasado la siega, se ha acabado el verano, ¡y nosotros no hemos sido salvos!” (Jeremías 8:20) Mientras que son muchos los que creen y enseñan que no es necesario evangelizar, ni hacer labor misionera, porque según ellos, argumentan que, dado que Dios ya ha predestinado a quienes serán salvados, no es necesario predicar o evangelizar. Esto es como si alguien hubiera enseñado a los agricultores que, pues Dios es soberano, él va a dar una cosecha solamente cuando él lo quisiera, y por esto será en vano cultivar la tierra y sembrar semilla. Pues, si tratamos de cultivar y sembrar, no estamos dejando todo en las manos del Soberano Dios. Además, no hay relación entre el sembrar y el cosechar. ¿Qué tal de esa doctrina? ¡Si los agricultores la hubieran creído, todos morirían de hambre!

El mismo resultado pasa si la iglesia cree que la gente se convertirá, sin necesidad de evangelizar y hacer obra misionera, que todo sucederá como regalo de la soberanía de Dios, y que no existen leyes de causa y efecto en el avivamiento y en el avance de la Obra del Señor. ¿Cuáles serán los resultados de esta doctrina? ¡Pues que una y otra generación irán al infierno! Ya millones y millones de personas han ido al infierno mientras que la iglesia espera que Dios los salve sin orar, sin evangelizar, sin invertir recursos en la evangelización y en el trabajo misionero, y sin hacer nada para que Dios envíe obreros al campo que necesita ser sembrado y cosechado. ¡Ésta es la obra del diablo; el engañador! Porque el mandamiento de Jesús es: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19–20)

Recordemos la historia maravillosa del evangelista Felipe y el etíope: Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.

El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea. (Hechos 8:26–40)

Pastor José Omar Tejeiro Ramirez.

El Señor les bendiga, estimados pastores, líderes, obreros y misioneros alrededor del mundo. Desde Bolivia, un campo misionero con 30 años de historia, queremos encender en ustedes la llama de la misión. Esta Semana Mundial Misionera nos recuerda el llamado urgente de llevar el evangelio a los rincones más oscuros del mundo. Imaginen un mundo donde cada persona conozca el amor transformador de Cristo. ¿No es este un sueño que vale la pena perseguir?

Un Clamor Desesperado

Cada día, millones de personas claman por esperanza en medio de la oscuridad. Al igual que el salmista, se sienten solos, perdidos y sin un refugio. **¿Podemos ignorar este clamor?** No, porque Jesús nos ha dado una misión clara: buscar y salvar lo que se había perdido. En cada rincón del mundo, hay almas sedientas de la verdad.

La Respuesta Está en Nuestras Manos

Como iglesia, somos la luz del mundo. Cuando compartimos el evangelio, estamos ofreciendo una esperanza tangible, una salida a la oscuridad. **Imagine a un niño en una aldea remota, escuchando por primera vez la historia de Jesús.** Imagine a una mujer que ha luchado con la adicción, encontrando libertad en Cristo. Estos son los frutos de la misión. **¿No es este un llamado que enciende nuestro corazón?**

Dios nos ha equipado con todo lo que necesitamos para cumplir esta misión. A través del poder del Espíritu Santo, podemos transformar vidas y comunidades. **La Gran Comisión no es una opción, es nuestro mandato.**

El Tiempo es Ahora

El mundo necesita a Cristo ahora más que nunca. Las semillas que sembramos hoy darán frutos en el futuro. **No nos cansemos de hacer el bien.** Cada oración, cada palabra compartida, cada dólar donado, está haciendo una diferencia. **Desde Bolivia, te animamos a seguir adelante.**

¡Levántate y brilla! El mundo te necesita. Que la pasión de Cristo consuma tus días y que la esperanza del evangelio guíe tus pasos. Juntos, podemos transformar el mundo.

En Cristo Jesús
Pastor José Omar Tejeiro
Presidente AMIP

Únete a miles en El Salvador para una semana que transformará tu vida y el de otros.

¿Sientes un vacío que solo Dios puede llenar? ¿Anhelas algo más profundo que la rutina diaria? EMAG 2025 es tu respuesta. Del 3 al 9 de febrero, en el corazón de Metapán, El Salvador, se llevará a cabo un evento que encenderá tu pasión por Cristo y te equipará para cambiar el mundo.

Imagina esto: Rodeado de personas con el mismo anhelo que tú, sumergiéndote en adoración intensa, aprendiendo de líderes misioneros experimentados y siendo desafiado a salir de tu zona de confort. EMAG 2025 no es solo una conferencia, es una experiencia que te marcará para siempre.

Del 16 al 22 de septiembre, la comunidad cristiana evangélica de AMIP se une en una celebración global de fe y acción durante la Semana Mundial de Misiones. Este evento es una oportunidad única para marcar la diferencia y llevar el amor de Cristo a los lugares más necesitados del mundo.

¡Invitación especial para todos los líderes comprometidos con su fe y comunidad! El 6 de septiembre a las 7:30 p.m., el Centro Evangelístico Pentecostés Santidad a Jehová en 682 Ave. Galicia, Vistamar, Carolina, PR será el punto de encuentro para un evento extraordinario: un Taller de Liderazgo dirigido por los pastores Ernesto Genta y Ana Alvarado de Uruguay.

Les escribo desde mi corazón misionero con el anhelo sincero de mejores días y un año nuevo 2021 lleno de la presencia de Dios. Es por medio de la fe que alcanzamos certeza del cumplimiento de las grandes promesas de Dios en nuestras vidas.

A pesar de las tempestades que amenazan continuamente nuestra existencia e intentan detenernos, la seguridad de la compañía de Cristo nos anima a seguir adelante.

El temor puede hacernos ver fantasmas y privarnos de percibir la presencia de Dios, pero “Tened ánimo, yo soy no temáis” (Mateo 14:22-33)

Tenemos aún una misión que cumplir y un llamado para obedecer y Dios cuenta aún con nosotros. ¿Estás listo(a) para decir de nuevo a Cristo: Heme Aquí?

Desde Los Campos Misioneros en Bolivia, José Omar Tejeiro Ramirez

LECTURA

HECHOS 2:42-47

INTRODUCCION

Por lo regular en cada culto que ofrecemos al Señor, hay una secuencia que llevamos donde iniciamos con alabanzas en un devocional, el cual se divide en 1 o 2 coros, la lectura de la Palabra, oramos y luego cantamos otros dos coros, para entregar la parte. Y luego vamos a los canticos, o testimonios, o algún poema. Y por ultimo pasamos a la Predicación o enseñanza de la Palabra. Y con bastante frecuencia solemos decir a la hora de dar parte a la predicación: Y ahora, tenemos lo mas importante, o el plato principal.

Y son muchas las ocasiones en que restamos o damos muy poca importancia a la alabanza y a vida de adoración. Tanto es así, que hay en ocasiones que encontramos a hermanos que forman el habito de llegar tarde al culto, simplemente porque no es para ellos importante el lugar que ocupa la adoración y la alabanza en el culto. Sin embargo podemos decir en esta hora, que eso no es correcto, y lo vamos a demostrar a través de la misma Palabra de Dios.

En Hechos 2:42, encontramos el orden de los cultos en la iglesia primitiva de la siguiente manera: Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

  1. Ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles; o sea en la enseñanza. Nosotros dedicamos los domingos en la mañana a la enseñanza sistemática en la Escuela Dominical, y a los que comienzan se les enseña los primeros pasos. Y en otras ocasiones se dan estudios temáticos.

  2. Y también dice que se dedicaban a la comunión unos con otros. Y pasaban tiempo juntos; celebraban la Cena del Señor, como hacemos los que podemos ministrar la cena todos los domingos, o los días señalados para ello, según sea la situación de cada congregación.

  3. También dedicaban tiempo a la oración. Y no se trata de la oración que todos necesitamos hacer de forma individual sino como congregación, en la cual por lo menos 1 vez a la semana debe haber tiempo para orar. Y necesitamos hacerlo hoy mas que nunca, de forma tal que podamos experimentar la presencia y la gloria de Dios en nuestras vidas, cuidándonos de orar como a Dios le agrada. Hay veces que las oraciones se tornan vacías, repetitivas, y el aburrimiento invade a muchos a la hora de estar en oración. Pero Dios no se agrada de ello,

y por eso tenemos que dar a la oración el debido lugar y procurando que esa oración este acompañada de la adoración y la alabanza. Y en Hechos 2:46-47 dice: Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,

2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Esto nos deja ver claramente que dentro de la vida cristiana necesitamos perseverar cada día, tanto, cuando llegamos al templo como en los cultos de hogares, en el compartir de las confraternidades, y actividades propias de cada congregación. Y el vs.47 señala la alabanza como parte de ello, en la cual había un resultado muy especial:

Cuando alababan al Señor, el fruto era que obtenían el favor del pueblo, Y Dios añadía los que habían de ser salvos cada día.

La Alabanza en El Orden del Culto

1 Corintios 14:26 es otro de los pasajes que nos hablan del orden de los cultos y reuniones de la iglesia desde sus comienzos: 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.

Ahora bien, mis hermanos, hagamos un resumen. Cuando se reúnan, uno de ustedes cantará, otro enseñará, otro contará alguna revelación especial que Dios le haya dado, otro hablará en lenguas y otro interpretará lo que se dice; pero cada cosa que se haga debe fortalecer a cada uno de ustedes. Y dentro de aquel orden, el apóstol Pablo les estaba corrigiendo a los corintios porque ellos tenían un desorden.

Hoy también hay lugares donde hay ciertos desordenes, en los cuales por falta de conocimiento en algunos casos o por descuido espiritual en otros en vez de edificación lo que hay es confusión. Y es importante entender en cuanto a esto que es Dios por medio del Espíritu Santo, quien reparte dones y escoge a unos para ministrar en la alabanza, de modo que no todos tienen el don de cantar, aun cuando se canta de forma congregacional. Otros son llamados a la enseñanza, un don de ministerio otorgado también por Jesucristo, según nos dice Efesios 4:11. Y cuando es el Señor quien esta en el asunto, el resultado es la edificación de la iglesia.

Rom.12:6-8 nos muestra que Dios siempre se encarga de hacer provisión según sea la necesidad en medio de su pueblo.

12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;

12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Al recibir esta Palabra podemos indicar que Dios nos ha dado a nosotros diversos dones, pero también talentos naturales. Y es bien necesario que reconozcamos y sepamos tener claro cual don Dios nos ha colocado para edificar la iglesia. Hay quienes cantan porque tienen el don y el talento para ello; así como los que tocan un instrumento. Pero no ocurre con todos por igual. De manera que no se le debe poner a alguien a cantar o a predicar o a ministrar en dones que no tiene, sino en los que si tenga para la gloria de Dios.

Así podemos entender el por qué del orden en nuestros cultos.

Pero todavía no hemos llegado a la importancia de la alabanza en nuestros cultos. Y es aquí donde nos detendremos.

A. Su Importancia dentro del Culto

1.La Alabanza debe ocupar un lugar de importancia en nuestros cultos Es bien importante saber que del tiempo y la forma en que iniciemos nuestros cultos dependerá la bendición y la manifestación de Dios. Si somos una iglesia de adoradores podremos dar el lugar que la alabanza merece en nuestros cultos de adoración a Nuestro Dios. Estamos en los postreros día, y el Señor nos dejo un mensaje clave para ese momento que nos ha tocado vivir: Hechos 15: 15:14 Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. 15:15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: 15:16 Después de esto volveré

Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;

Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,

15:17 Para que el resto de los hombres busque al Señor,

Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,

¿Por qué dice el Señor que iba a restaurar y reedificar el Tabernáculo de David, y no el de Moises o de Salomón?

La Biblia habla de tres Tabernáculos en el AT:

  • Sabemos que el Tabernáculo que Dios ordenó a Moises levantar en el desierto era uno de Normas y Leyes, lleno de símbolos y ceremonias. Y todo era sombra de lo que se realizó a partir de la Venida de Cristo a la tierra y el nacimiento de la iglesia.

  • El tabernáculo edificado por Salomón era majestuoso y de mucha riqueza.

  • Pero el Tabernáculo de David que aquí se menciona era uno de alabanzas y adoración. Lo que David hizo en su tiempo fue colocar la alabanza y la adoración a Dios en un lugar prominente, y no solo recibió la inspiración de la mayoría de los salmos en la Biblia, sino que

a aquellos que también recibieron salmos, el les dio la importancia y el lugar dentro de los cantores y los músicos de Israel. Y Restaurar el Tabernáculo de David, nos habla volver a darle un lugar debido a la alabanza dentro de nuestros cultos y en nuestras vidas, en los hogares, y adondequiera que vayamos, para dar honra a Nuestro Dios. Nosotros no nos enfocamos solo en la alabanza y en la adoración, porque no es eso lo que Dios quiere, pero si es necesario aprender a enfocarnos en la alabanza, que El se merece y que le agrade.

¿Por qué debemos alabar y adorar a Nuestro Dios?

Primer motivo

a) Porque Nuestro Dios ama la alabanza y ese es su lugar favorito. El habita, hace morada en medio de la alabanza de su pueblo. El Salmo 22:3 dice: 22:3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

Y en el salmo 100:4 El nos exhorta y nos diceEntrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza;

Alabadle, bendecid su nombre. 100:5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.

Definitivamente al Señor le gusta la alabanza de su pueblo. Pero hoy en muchas iglesias se ha ido perdiendo el anhelo profundo de alabar a Dios, y se ha convertido o en un cementerio o en un rito lleno de costumbres y tradiciones o en un centro de actividades artísticas, en lugar de ser de una alabanza que le de a Dios la gloria la honra y el poderA cada uno de nosotros nos gustan diferentes tipos de alabanzas; mientras que hay otras que no nos gustan tanto. Pero si vemos que el pueblo es edificado y que sobre todo a Dios le agrada, debemos entonces movernos a adorar a Dios con las alabanzas que El recibe. Y El nos deja saber por medio de Su Espíritu la alabanza que a El le agrada.

Segundo Motivo

  1. Otra de las razones o motivos mas significativos es para poder vencer al tentador de nuestras almas.

En Lucas 4:8 cuando Jesús enfrentó a Satanás que vino a tentarle, buscando que El le adorase, ofreciéndole el poder sobre este mundo, y recordemos que el mundo le fue entregado a Satanás por el hombre mismo en su estado pecaminoso; pero la realidad es que Cristo es el Dueño y Señor de Todo el universo. Pero como El vino a salvar al mundo bajo lo establecido por Dios, estando el la condición de hombre, fue tentado en todo mas entonces venció toda tentación y le respondió al enemigo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

  1. Tercer motivo

Otra razon o motivo para adorar y alabar a Nuestro Dios es porque es un mandato que El nos ha dado en Su Palabra.

Y para ello tenemos que irnos al Salmo 150:

150:1 Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento. 150:2 Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. 150:3 Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. 150:4 Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas. 150:5 Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo. 150:6 Todo lo que respira alabe a JAH.

Aleluya.

Esta es una de las razones por las cuales encontramos en la casa de Dios las panderetas, la batería, el teclado y los instrumentos de cuerda. Y no se trata de alabar solo suavecito, sino que Dios nos habla de címbalos resonantes y de jubilo; o sea que se trata de una alabanza llena de gozo y con fuerza y gran emoción, porque lo estamos haciendo para Dios. Pero también debemos hacerlo con inteligencia, como nos muestra el Salmo 47: 47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia. Ahora bien: esto no significa que Dios aun siendo digno de toda alabanza y de toda honra, lo que El busca es que le alabemos porque quiere ser exaltado y nada mas. Se trata de de alabarle no para Su propio beneficio, sino para el beneficio nuestro. Por eso, es que

  1. El Cuarto Motivo para alabar a Nuestro Dios es que:

Cuando alabamos estamos creando el ambiente adecuado para que El Señor se manifieste en medio nuestro y se goce con nuestras alabanzas. Tanto es así que si no experimentamos el gozo y la aprobación de Dios en nuestros cultos, es porque no estamos alabando genuinamente a Dios. La alabanza es la que crea el ambiente donde Dios nos ministra haciendo milagros, sanando, libertando, y es donde Dios bendice nuestras vidas.

  1. Quinto Motivo

Otra razón por la cual alabamos es porque fuimos creados para ser adoradores.

En Isaías 43:21 el Señor nos dice: 43:21 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.

Cuando Dios nos creo fue para que publicáramos sus alabanzas; no fuimos creados para los quehaceres diarios, ni para casarnos, ni para tener una profesión, ni para hacer negocios, ni para comprar carros, etc. Todo eso son las añadiduras. Dios nos creo para adorarle. Nuestros cuerpos fueron formados para alabar a Dios, y es por eso que en el Salmo 47:1 también se nos indica que usemos nuestras manos y nuestra garganta para alabarle y con jubilo, con alegría, con gozo: 47:1 Pueblos todos, batid las manos; Aclamad a Dios con voz de júbilo.

Y cuando Dios se complace en nuestra alabanza, nos mueve y por el Espíritu nos lleva a danzar; no tenemos que tener una escuela de danza, ni hacer pantomimas, ni entretenernos con las artes teatrales que ahora se han ido introduciendo en las iglesias para formar parte del culto, cuando eso es solo una interpretación falsa de lo que es la verdadera y genuina adoración a Nuestro Dios. Es por eso que todos los días debemos leer la Palabra y estudiarla, a fin de aprender a ser los adoradores que el Señor espera de nosotros y así poder darle una alabanza que a El le agrade y se complazca en ella.

Cuando no alabamos como a Dios le agrada, entonces nos aburrimos en el culto, y este se convierte en un acto rutinario; y no es que Dios no esté en el culto, sino que El también se aburre, cuando no envolvemos todo nuestro ser en la alabanza y la adoración: todo nuestro ser, alma, cuerpo y espíritu. Hay ocasiones en que tenemos el cuerpo en el culto pero nuestra alma que incluye la mente, las emociones y la voluntad, quedan ajenas a lo que se espera que hagamos: adorar a Dios. No sometemos el alma y el culto se convierte en algo vacío, sin vida. Y cuando todo nuestro ser no esta envuelto, entonces no estamos cumpliendo con el propósito por el cual fuimos creados.

f) Sexto Motivo

Es porque Dios es digno de ser adorado.

El Salmo 48:1 nos dice: Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabadoEn la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. Y encontramos las razones por las que El es digno de ser alabado en la Palabra y en cada una de nuestras vidas; y nuestro testimonio es parte de esas razones por las que alabamos a Nuestro Dios. De Génesis hasta apocalipsis podemos recibir innumerables razones por las que nuestro Dios es Digno de ser alabado y merecedor de nuestra adoración. En Apocalipsis 4:11 por ejemplo encontramos una parte de esas muchas razones: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Todos sabemos que cuando alabamos al Señor nuestra tendencia es a pronunciar muy pocas palabras que describen los motivos por los cuales Nuestro Dios es digno de toda alabanza. Pero en la Palabra se registran especialmente en los Salmos, el libro de las Alabanzas a Dios, muchísimo mas que simplemente decir Santo y aleluya; Nuestros Dios merece por tanto que aprendamos a adorar y alabar Su nombre por Su grandeza y Su infinito poder. Pero muchas veces cantamos coros que mas que un acto de adoración a nuestro Dios, es un desahogo nuestro; hay coros que mencionan mas al enemigo que lo que adoran a Dios. Tengamos cuidado con esto al escoger los coros y canticos de alabanzas a Nuestro Dios. Exaltemos mas al Señor por Sus obras. Nuestro Salvador, el Dios Todopoderoso, Nuestro Proveedor, Nuestro pastor, entre muchísimos otros.

Una de las razones por las cuales no tenemos victoria nuestra vida cristiana y en lo que emprendemos en nuestra vida diaria se debe a nuestra falta de alabanza y de adoración a nuestro Dios:

No hay victoria en la queja, ni en la amargura; no hay victoria en la murmuración ni en en la enfermedad, ni en la ausencia de la adoración a Dios.

Solo cuando Dios se entroniza en medio de nuestras alabanzas es que podemos alcanzar la victoria. Y mientras mas le alabamos mas se establece Su reino en nuestros medios. La presencia de Dios se manifiesta cuando le alabamos. Y Dios nos da la victoria cuando le alabamos. Lo mas importante de todo es que para que haya victoria en este pueblo, en esta casa, en los hogares, necesitamos que el que la presencia de Dios se manifieste en nuestra alabanza. Y esto se debe a que:

g)El Séptimo Motivo por el cual le alabamos es porque hay poder en la alabanza, así como hay poder en la oración

El Salmo 68:1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

68:4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él. Cuando alabamos a Nuestro Dios, le estamos recordando al diablo su derrota y solo por medio de la alabanza.

Lamentablemente en el día de hoy vemos que muchos cristianos viven como si el diablo fuera mas poderoso que Dios. Por eso se enfocan mas en sus problemas, en sus temores, en sus enfermedades, en su necesidad económica que en Dios.

Sabemos que Dios se entroniza en la alabanza, pero el enemigo se entroniza en donde hay pecado y en todo lo opuesto a la alabanza.

Y en ves de dar gracias nos quejamos, criticamos, y hasta ponemos música que no engrandece el nombre de Dios. Uno de los medios mas hermosos del poder de la alabanza es que cambia el ambiente en nuestro hogar, en el automóvil. Pero deben ser alabanzas que nos llenen la mente y el corazón, y no promuevan la carne; porque es en la alabanza que honra a nuestro Dios donde El se complace, y el poder de ésta estriba en que el enemigo la detesta y se tiene que ir de nuestras vidas. Ya no nos quejamos, sino alabamos; ya no criticamos, sino que entronizamos al Señor en todo nuestro ser. Ya los problemas que llegan a nuestras vidas, al alabar a Dios, nos llenamos de fe y de poder para colocar todo en Sus manos.

Dios no necesita de nuestra alabanza, pero se complace en que le alabemos porque así le estamos demostrando que le amamos y que El es el todo en nosotros. Y la alabanza de todo corazón nos liberta y nos desata de toda palabra que no sea agradable a Dios. En la alabanza hay poder para domar nuestra lengua, cuando nos disponemos a adorar. Pero eso es algo que tenemos que aprender como una disciplina diaria hasta que salga libre y espontanea por nuestra boca. Alabar es algo que se aprende.

Y después de ver la importancia de la alabanza necesitamos tener claro que esta es también la llave que da lugar a la manifestación de la presencia de Nuestro Dios en el culto. Y alguno dirá:

Si el Señor nos ha dicho que El está en medio nuestro, con nosotros y en nosotros, ¿por qué entonces necesitamos alabarle para que Su presencia se deje sentir?

Lo que necesitamos saber sobre la manifestación de la presencia de Dios por medio de la alabanza es que hay por lo menos 5 dimensiones diferentes en las cuales Dios manifiesta Su presencia:

1. Primera Dimensión: Dios es Omnipresente: eso significa que El esta en todo lugar como nos lo confirma el salmista en el salmo 139:7-10 nos dice que es imposible Huir de la presencia de Dios: 139:7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 139:8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

139:9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 139:10 Aun allí me guiará tu mano,Y me asirá tu diestra. Y en Col.1:17 nos dice: Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;

De manera que toda la creación se mantiene unida por el Dios omnipresente. Y aunque el ser humano no lo quiera reconocer, todos necesitamos de la presencia de Dios.

Y es por Su misericordia que no hemos sido consumidos.

  1. Segunda Dimensión: Se da cuando recibimos a Cristo como Nuestro Salvador. La Palabra de Dios nos dice que cuando aceptamos a Jesús como Nuestro Salvador el Espíritu Santo viene a Habitar y a hacer morada en nosotros, y nos convertimos en casa de Dios, Su Templo en la tierra. En el AT el espíritu santo se posaba sobre los profetas y sobre los creyentes, pero luego se iba. Pero con nosotros no es así; el permanece con y en nosotros, mientras nos mantenemos en Cristo.

  2. Tercera Dimensión: Ocurre cuando nos reunimos en Su Nombre. Jesús nos dijo en Mateo 18:20:Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Y a veces esta aburrido, pero esta presente cumpliendo asi con Su Palabra al nosotros estar reunidos en Su nombre.

  1. Cuarta Dimensión: Ocurre cuando la iglesia se reúne para alabarle. Y con nuestra alabanza, Su presencia se manifiesta. Pero que alguno no lo perciba es otro asunto.

  1. Quinta Dimensión: Es cuando Se derrama el poder, la unción y la presencia de Dios se deja sentir aprobando nuestra alabanza. De ahí el Señor sana, liberta, fortalece, redarguye, y Su gloria se convierte en una gloriosa realidad.

Hay factores que pueden impedir que Su presencia se mueva y se manifieste en medio de la congregación:

  • un factor es cuando hay pecado. Y puede estar la iglesia experimentando la presencia y la gloria de Dios pero la persona en pecado no la va a sentir.

  • La amargura y el rencor también pueden impedirnos sentir la presencia de Dios.

  • Cuando llegamos tarde al culto, y después de que la iglesia ya haya pasado por la primera, la segunda y la tercera dimensión y están ya por la cuarta, o sea por lo menos ½ hora después de haberse reunido a alabar al Señor, el que entra no puede saltar el escalón de primera a cuarta; así no es. Por eso es bien importante que no acostumbremos por cualquier cosa a llegar tarde al culto. Hay quienes adoptan ese mal habito y por eso siempre se pierden la bendición de Dios. También ocurre cuando nos salimos antes. Necesitamos respetar la presencia de Dios en el culto de adoración.

  • Hay quienes están llenos de incredulidad.

  • Hay quienes no están de acuerdo con algo en el culto: a veces lo que se canta, o el que canta, o algún otro que le esta sirviendo de tropiezo para alabar a Dios. Pero hay que alabar a Dios y vencer todos esos factores.

En el AT el Tabernáculo tenia tres áreas diferentes:

Estaba el Atrio, donde se encontraba el altar del holocausto y todo el que se acercaba no podía entrar con las manos vacías. Había que ofrecer un sacrificio de sangre como sombra del calvario. Todo el que se acerca a Dios para sentir Su presencia debe experimentar el perdón de sus pecados. Luego estaba la Fuente de Bronce para que los sacerdotes se lavaran antes de entrar al Lugar Santo. Y hoy esa viene a ser la Primera y Segunda Dimensión. Para sentir la presencia de Dios hay que ser salvo. Y también habla de nuestro cuerpo. Llegamos al culto y antes que nada debemos limpiarnos. Luego debemos comenzar a alabar a Dios con nuestras manos, con nuestra voz y con todo nuestro ser, entrando a los atrios con alabanza.

La segunda área del Tabernáculo era el Lugar Santo, donde había que ofrecer el incienso, encender las lámparas y mantener los panes en la mesa. Es el alma donde hay que rendirse en las emociones, la mente y la voluntad en la alabanza.

Y la tercera área era el Lugar Santísimo, donde solo el sumo sacerdote entraba a ministrar una vez al año. Y esto era sombra de estar sumergidos en la misma presencia de Dios que se derrama a plenitud en nuestros cultos.

Necesitamos entrar en el lugar santísimo y esto lo podemos lograr echando a un lado todo factor que impida que le adoremos con libertad. Es tiempo de sumergirnos en la manifestación de la gloria de Dios en nuestras vidas, no solo durante el culto, sino que de continuo haya una alabanza en nuestros labios. Quiera el Señor darnos de Su presencia en cada dimensión. Pero debemos escalar hasta alcanzar la gloria de Dios y salir de cada culto, llenos de Su gloria para vencer todo lo que el enemigo quiera hacer para estorbar la bendición, la unción y el poder del Espíritu Santo en cada una de nuestras vidas.

Aprendamos a alabar a Dios como nos muestra el Salmo 47: 47:1 Pueblos todos, batid las manos; Aclamad a Dios con voz de júbilo. 47:2 Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra.

47:3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros, Y a las naciones debajo de nuestros pies.

47:4 El nos elegirá nuestras heredades;

La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah 47:5 Subió Dios con júbilo,

Jehová con sonido de trompeta.

47:6 Cantad a Dios, cantad;

Cantad a nuestro Rey, cantad;

47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia.

47:8 Reinó Dios sobre las naciones; Se sentó Dios sobre su santo trono.

47:9 Los príncipes de los pueblos se reunieron

Como pueblo del Dios de Abraham;

47:10 Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy exaltado.

oremos

LECTURA

TITO 2:11-15

TITO 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación

gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.

INTRODUCCION

El tema de este estudio es La Impiedad dentro de La Iglesia. Y en esta carta del apóstol Pablo a Tito los versos 11y 12 del capitulo 2 encontramos que el Señor nos enseña sobre la necesidad imperiosa de renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y que en cambio vivamos sobria , justa y piadosamente, trayendo el contraste entre la impiedad y la piedad. Sin embargo, para lograrlo debemos antes que nada hacer lo siguiente:

  1. Entender lo que significan los términos piedad, impiedad, impío, entre otros

  2. Identificar a los impíos dentro de la iglesia.

  3. La renuncia a la impiedad

(Tomar en cuenta lo que Dios tiene en plan para el impío).

A. Entender lo que significan los términos piedad, impiedad, el impío, y otros.

¿Qué es la piedad?

El término piedad significa y es una virtud que habla de misericordia, de perdón y la pone en practica el que teme y ama a Dios de todo su corazón.

Se aplica a la persona que siente pena o dolor hacia quienes sufren. Y es compasiva y misericordiosa. Esta persona se apiada del otro y trata de brindarle su colaboración, actuando con bondad, tiene clemencia a la hora de hacer justicia.

En cambio, ¿que es lo opuesto a la piedad?

La impiedad, es esa actitud que manifiesta indiferencia ante el dolor de otros, y viene a ser crueldad, falta de compasión, dureza ante las injusticias.

Hay diversas clasificaciones que debemos tener claras en cuanto a lo que la Palabra de Dios nos trae, antes de entrar en lo que se denomina como impiedad.

La Palabra de Dios describe en 1 Corintios 2:14-15 dos de estas clasificaciones:

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

  1. Encontramos al hombre natural, a quien también lo identificamos como inconverso; no ha nacido de nuevo ni ha sido transformado, ni tiene al Espíritu Santo.

  2. Encontramos al hombre espiritual, quien ha nacido de nuevo, ha sido transformado y esta en proceso de santificación por el Espíritu Santo que habita en él.

Y en la epístola a los Romanos, capitulo 8:4-8 encontramos otra clasificación:

8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

  1. Encontramos al hombre carnal, que recibió la transformación pero abandona la vida espiritual, cediendo en su interior a la vieja criatura para vivir conforme a ella. Como creyentes podemos pasar momentos de altas (mayor espiritualidad) y bajas (mayor carnalidad). Por eso en ciertos momentos o en ciertas areas, todos somos algo 'carnales' y menos espirituales. Pero la conducta que distingue al creyente verdadero es la del crecimiento y la

santificación. Debemos de tener un poco de cuidado al 'clasificar' a alguien que ha profesado a Cristo como 'salvo' ó 'no salvo', a menos que los frutos sean tan claros que podamos hacer tal declaración.

El apóstol Pedro tuvo un tiempo de debilidad en medio del cual 'negó' a su Señor. Eso fue un momento de debilidad el cual todos podemos pasar. Pero por eso Pedro no dejó de ser creyente ó ser salvo. Hubo en èl un genuino arrepentimiento.

Sin embargo, tenemos a Judas que siempre estuvo con Jesús y los demás discípulos y que nunca lo negó pero terminó vendiéndole. Y finalmente dio fruto de que nunca fue un verdadero discípulo ni fue salvo.

  1. Encontramos al hombre descarriado, quien estuvo viviendo la nueva vida en Cristo, pero tomó la decisión de desviarse del camino de Dios. El hecho de que la persona esté descarriada no significa que no sea salva pero tampoco significa que lo sea.

  2. Encontramos al hombre apóstata, quien creyó por un tiempo y luego se apartó y nunca vuelve. En realidad nunca fue un verdadero cristiano. Hay diferentes tipos de apostasía: moral, doctrinal. En 1 Juan 2 hay una descripción de este tipo de hombre:

18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del

Santo, y conocéis todas las cosas

B Identificando a los impíos dentro de la iglesia.

¿Entonces que es un impío?

Un impío es aquel que es incrédulo, irreverente, y falto de compasión, de piedad y de misericordia. Con un vocabulario variado, tanto en hebreo como en griego, describe la Biblia una actitud espiritual que es lo contrario de la piedad: Y al desprecio de Dios y de su ley añade un matiz de hostilidad y de arrogancia.

¿Pueden haber impíos dentro de la iglesia?

Cuando hablamos sobre el tema de las áreas específicas de pecados, pensamos que la soberbia y que el orgullo son la causa y raíz de todos los demás. Sin embargo, existe otro pecado que es aún más común y que tal vez es la verdadera raíz de todos los demás. Se trata del pecado de la impiedad y en mayor o menor grado, todos somos culpables de él. Y no nos sorprenda esta declaración ni nadie se sienta ofendido por ello. Nunca pensamos de nosotros mismos como gente impía. Después de todo, somos cristianos, no somos ateos o gente malvada. Asistimos a la iglesia, evitamos caer en pecados escandalosos, y llevamos vidas muy respetables. Según nuestro modo de pensar, los impíos son los que viven vidas abiertamente inmorales. Entonces,

¿cómo se puede decir que todos los creyentes somos impíos en cierto grado?

Contrario a lo que generalmente se piensa, una cosa es la impiedad y otra la maldad; ambos conceptos son diferentes. Alguien pude ser un ciudadano amable y respetable y, al mismo tiempo, ser impío.

¿Qué nos dice Rom. 1:18-23?

Rom. 1:18-23 nos dice: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Observemos que el apóstol Pablo hace una diferencia entre impiedad e injusticia. La impiedad se describe como una actitud hacia Dios. Un ateo declarado es una persona obviamente impía, pero también lo son muchas personas moralmente decentes aun cuando afirmen que creen en Dios. Por lo que podemos decir que La impiedad puede definirse como un estilo devida que no toma en cuenta a Dios, ni su voluntad,ni Su gloria, ni ladependencia de Él. Así que fácilmente podemos ver que alguien puede tener una vida muy respetable y seguir siendo un impío en el sentido de que Dios es totalmente irrelevante en su vida.

Todos los días andamos entre tales personas. Vienen a la iglesia varias horas el domingo, pero viven el resto de la semana como si Dios no existiera. Lo triste de esto es que muchos creyentes también tendemos a vivir sin pensar en Dios. En raras ocasiones pensamos en nuestra dependencia de Él o en nuestra responsabilidad para con Él. En ese sentido, no hay diferencia alguna entre nuestro prójimo amable y decente, pero incrédulo, y nosotros.

Si leemos con cuidado el NT podremos reconocer cuán lejos estamos de vivir a la altura del estándar bíblico de la piedad: Santiago 4:13-17 nos dice lo siguiente: 4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

El apóstol Santiago no condenó a la gente por hacer planes. Lo que sí condenó es que lo hagan sin reconocer que dependen del Dios Omnipotente. Hacemosnuestros planes sin reconocer nuestra total dependencia del Señor parallevarlos a cabo. Esa es una manifestación clara de impiedad. De la misma manera, pocas veces pensamos en la responsabilidad que tenemos ante Dios de vivir de acuerdo a Su voluntad moral según se revela en las Escrituras.

Pocas veces pensamos en la voluntad divina:

El apóstol Pablo quería y oraba para que los colosenses fueran gente piadosa:

Col. 1:9-10 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,

1:10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

¿Se parecen las oraciones que hacemos por nosotros, nuestra familia y amigos a la de Pablo a favor de los colosenses?¿O son más como una lista de peticiones que presentamos a Dios para que intervenga en las necesidades físicas y económicas de nuestros familiares y amigos? Nuestras oraciones se centran en lo humano, no en Dios, y en ese sentido somos impíos hasta cierto punto, porque lo que hacemos muchas veces son reflejo de nuestro propio egoísmo.

Según el apóstol Pablo, debemos vivir pensando que estamos en la presencia de Dios buscando agradarle en todo. Por ejemplo, observemos lo que el mismo apóstol dijo a los esclavos de la iglesia de los colosenses en cuanto a cómo debían servir a sus amos para ser piadosos: Col. 3:22-25: 3:22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.

3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

3:25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

Notemos que el v. 23 establece el principio de que debemos esforzarnos para vivir piadosamente en el contexto de nuestra vocación o profesión, según se nos ha dicho antes, para que reconociendo nuestras limitaciones hagamos lo que nos corresponde hacer lo mejor que podamos; o sea piadosamente.

Sin embargo, ¿No es verdad que en lugar de ello, muchos de nosotros desempeñamos nuestro trabajo de la misma forma que los compañeros incrédulos o impíos que sólo lo hacen para sí mismos, para que los asciendan o les aumenten el sueldo, sin la menor intención de agradar a Dios?¿Para ser reconocidos?

El Señor conoce nuestros corazones y la intención con que hacemos las cosas.

Consideremos a la iglesia de Corinto: I Cor. 10:31-33:

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 10:32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 10:33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.

La palabra todo en el vs.31 significa que se trata de todas las actividades del día. Ese es el distintivo de una persona piadosa.

¿Qué significa hacer todo para su gloria?

Significa que cuando comemos, manejamos, compramos o nos relacionamos con los demás, tenemos una meta doble:

  1. Primero, deseamos hacer todo lo que agrada a Dios.

  2. En segundo lugar, hacer todo para la gloria de Dios significa que deseamos que todas las actividades del día honren a Dios ante los demás: Mt. 5:16:. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielo

¿Anhelamos de manera consciente y en oración darle gloria al Señor en lo que decimos o hacemos cada día? ¿O actuamos sin tener consciencia del Dios que nos rescató de la impiedad?

Se puede ser moral y correcto y estar ocupado en el servicio cristiano, pero aun así, mostrar poco o ningún interés en tener una relación íntima con Dios. Esa es una de las evidencias de la impiedad.

La pregunta que debemos hacernos de manera honesta es la siguiente: ¿Cuan impío soy? ¿Cuántas actividades diarias realizo que no tienen relación con el Señor? Si nuestro hábito impío de pensar es parte integral de nosotros, ¿cómo podemos confrontarlo?

La respuesta es: Necesitamos desligarnos de toda atadura de impiedad, que aun venimos arrastrando.

B. Desatando Las Ligaduras de Impiedad

¿Que es una ligadura? Cuerda o correa que sirve de sujeción para unir una cosa a otra: también significa Vínculo o impedimento moral que dificulta la realización de algo. Una ligadura es entonces “una sujeción que une una cosa con otra de manera enroscada o trenzada la cual impide que se pueda soltar y así mantenerlas unidas para siempre, a menos que Dios intervenga en ello.

Una ligadura puede nacer directamente de una

relación enfermiza y surge cuando implica faltarle el respeto a la otra persona, despreciarlo, querer controlarlo y/o maltratarlo entre otras cosas que van marcando tendencias ya sea de rechazo o de

costumbres masoquistas las cuales provocan estados emocionales que pueden provocar ligaduras de distintas clases.

Hay personas que viven en casas donde los padres discuten constantemente o incluso solo manifiestan malos tratos -sean físicos o emocionales. Estas personas que han crecido en una atmósfera de malos tratos pueden encontrar este tipo de comportamiento casi normal o correcto, cuando no lo es. Aprendemos observando e imitando a quienes nos rodean, de modo que las personas que han presenciado repetidamente conductas violentas o irrespetuosas pueden no haber aprendido a tratar a los demás con amabilidad y respeto o a esperar este tipo de trato.

¿Qué nos dice la Palabra en cuanto a esto?

Isaías 58:6 nos dice: ¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo? La Palabra nos dice que hay que desatar las ligaduras de impiedad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo (o sea una ligadura que es como un grillo de un preso con cadena) La palabra impiedad en hebreo nos habla de estar equivocado; cometer maldad, ser injusto, no perdonar ni tener misericordia.

El ayuno es uno de los recursos que Dios nos da para desatar las ligaduras de impiedad. Y hay muchísimas cosas que tenemos que soltar para poder dejar a tras toda impiedad de nuestras vidas.

En muchas ocasiones no comprendemos por qué nuestros pensamientos y actos no dejan de llevarnos a cosas que deseamos dejar atrás, tales como malos recuerdos, personas o lugares. Esto muchas veces se da porque hay ligaduras que atan a las personas aun cuando ya esas cosas son situaciones que ocurrieron en el pasado. Pero somos nosotros quienes las revivimos nuevamente.

¿Qué nos dice la Palabra en cuanto a esto?

La Palabra nos dice que hay que desatar las ligaduras de impiedad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo (o sea una ligadura que es como un grillo de un preso con cadena) La palabra impiedad en hebreo nos habla de estar equivocados; cometer maldad, ser injustos, no perdonar ni tener misericordia.

Entre las cosas que DIOS quiere desarraigar de nuestra vida están la equivocación o la falsedad, ya que esto provoca maldad e injusticia.

Por eso la Escritura nos indica en Juan 8:32: y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

La palabra yugo quiere decir unión; y la palabra unión nos habla de una composición que resulta de la mezcla de algunas cosas que se incorporan entre sí. Cuando DIOS dice soltar, El quiere acabar con cualquier mezcla que pueda contaminar nuevamente la vida nuestra, y que recordemos lo que la Palabra dice en Gálatas 5:9: Un poco de levadura leuda toda la masa. Es entonces completamente necesario guardarnos de aquello que hace morir el alma.

Es por esto que debemos de aprender a quitarnos por lo menos unas 6 ligaduras que pueden atar el alma.

• LA LIGADURA DE LA NECEDAD

Proverbios 22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.

La palabra necio quiere decir sin DIOS además la palabra necio aparece con la definición de imprudente o falto de razón esta palabra también tiene sinónimos tales como: imprudencia, insensatez o tontería. Las cuales como dice el proverbio, están ligadas en el corazón.

Un ejemplo de necedad: La mujer de Job

Esta actitud la toman muchos ya que están ligados a la necedad y creen que DIOS esta obligado a cumplir sus caprichos. Y si DIOS no los cumple, pasa lo que a la mujer de Job, que al ver la calamidad que estaba sobre su esposo habló de una manera Imprudente hacia a DIOS atribuyéndole injusticia por el trato a Job a tal grado que le dijo:

Job 2:9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad?

Maldice a Dios, y muérete.

Quien posee un espíritu de necedad como éste, actúa impíamente. Este tipo de persona destruye toda relación y contamina todo ambiente.

La única manera de desatarse de esto, es pidiendo perdón a DIOS y dejando que tome el control de nuestras vidas en todas y cada una de las áreas de nuestro corazón.

• LAS LIGADURAS CON MALAS AMISTADES

1 de Corintios 15:33 nos dice: No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Todos somos fácilmente influenciados por nuestros amigos y por eso es importante escoger amigos justos y santos.

Las ligaduras con compañeros malos enredan tanto a la persona al punto de llegar a ser atrapada en las garras de la impiedad y la maldad. La diferencia entre impiedad y maldad es que la maldad es todo tipo de inmoralidad, malicia, vileza, perversidad, depravación y crueldad.

Prov. 22:5 Espinos y lazos hay en el camino del perverso; El que guarda su alma se alejará de ellos.

24 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 22:25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.

  • LAS LIGADURAS DE PERVERSION DE FAMILIA

Dentro de la familia existen ligaduras del alma muy íntimas que Satanás desea pervertir. Las ligaduras del alma entre padres e hijos se espera que sean sanas y provechosas.

Cuando los hijos están listos para el matrimonio, las ligaduras con los padres deben terminar para que puedan formarse las ligaduras del matrimonio. Por eso DIOS mismo manda en Génesis 2:24 y en Efesios 5:31 "dejará el hombre a su madre y se unirá a su mujer". Cuando el padre da a su hija en matrimonio, rompe con ligaduras del alma que pudieron haber estorbado tiempos buenos de bendición tanto para los hijos como para los padres mismos. Por eso es importante cerrar siclos de vida ya que para eso DIOS nos ha enviado al mundo, para que cada uno desarrolle el plan con el cual DIOS le ha creado y su Palabra se cumpla.

  • LAS LIGADURAS DEL ALMA CON LOS DIFUNTOS

Cuando un miembro de la familia o un amigo íntimo fallecen, las ligaduras con esa persona deben disolverse. El periodo de tristeza que sigue la muerte de un ser amado es el tiempo para cerrar siclos de recuerdos melancólicos o de culpa y para esto es necesario siempre estar a cuentas con las personas que nos rodean porque nadie sabe la hora ni el lugar de cada uno. Deuteronomio. 34:8 "Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días, y así se cumplieron los días del lloro de luto de Moisés.

Tiempo de luto esta bien; lo que esta mal es que la persona cree ligaduras del alma por tristeza, pesadez y soledad ya que esto provoca que la persona empiece a divagar creando alucinaciones que pueden abrir puertas espirituales donde los demonios pueden tomar el control y hacer creer al afectado que lo esta visitando su familiar. Es necesario entender que el muerto, muerto esta y que nada podrá hacerlo revivir.

  • CANALES DE LIGADURAS DE IMPIEDAD

¿Cómo entran los demonios en las ligaduras del alma? Los demonios entran cuando se violan las reglas espirituales. Dios ha puesto límites y reglas que gobiernan nuestras relaciones con otros. Con nuestro entorno y medio ambiente es necesario que recordemos, que EL puso limites a todo. Hay límites que gobiernan las relaciones de nuestra vida y que ninguno debe de pervertirlas ya que esto provoca un desorden que puede llegar a pervertir nuestro entorno y esto a su vez provocara que realicemos cosas que a DIOS no le agradan y que a la larga pueden crear ligaduras demoniacas donde se ha creado un canal de comunicación entre el pecado y la carne provocando con ello ataduras del alma llamadas vicios. Dios puso limites en la creación y separo unas áreas de otras: Luz/ Tinieblas; Día/Noche, etc. Y en el plano familiar, limites en las relaciones de padres e hijos y pariente; hermanos y matrimonios. No podemos traspasar los limites para tornarnos a la impiedad.

ROMPIENDO LAS LIGADURAS DEMONIACAS DEL ALMA

Hemos visto que las ligaduras del alma son realmente poderosas armas de destrucción utilizadas muy sutilmente por el enemigo y es por esto que debemos de identificarlas y destruirlas.

Para esto es necesario reflexionar que en nuestra vida existe una ligadura y que es necesario romperla para ser libres.

  • Es necesario arrepentirse ante Dios por haber violado Sus mandamientos.

  • Pedir perdón a DIOS por cada ligadura perversa del alma que hayamos establecido; Por la impiedad que nos este arropando en nuestros actos, en nuestras actitudes sin misericordia, sin capacidad de perdonar.

  • Hay que saquear la casa del hombre fuerte, reclamando todo lo que él nos haya robado.

  • Confesemos a a Dios que Satanás ya no tiene derecho legal en nuestras vidas. Declaremos en el nombre del Señor Jesucristo que toda ligadura demoníaca del alma queda rota y deshecha desde este momento.

  • Ordenemos a todo espíritu inmundo relacionado con estas ligaduras del alma que salgan en el nombre de Jesucristo

  • Y después de saber que todo yugo o ligadura de impiedad ya ha salido de nuestra vida, procedamos con toda persona que este ligado a nosotros y rompamos estas ligaduras del alma, llámese como se llame: adulterio, fornicación. Pornografía Homosexualismo, lesbianismo.

Si se han formado ligaduras del alma por medio de su relación con el hermano, y sabemos que no están bien, rompa con ellas. Las maldiciones, palabras malas, de derrota, de fracaso, de pobreza, de menosprecio etc. Saque todo eso en el nombre de Jesús y rómpalo.

La renuncia a la impiedad que Dios nos ordena

Pablo escribió a Timoteo: “Ejercítate para la piedad” en I Tim. 4:7. El entrenamiento implicaba, entre otras cosas, compromiso, consistencia y disciplina. Nuestra meta en la búsqueda de la piedad debe ser vivir conscientes de que estamos ante la presencia de Dios cada segundo de nuestra vida, que somos responsables ante Él y que a Él daremos cuentas. Oremos para que Dios nos ayude a ser más conscientes de que vivimos cada día ante Sus ojos que todo lo ven.

Dios, el Soberano infinitamente justo, sabe que en toda la tierra no hay un justo que haga bien y no peque. Y, por lo mismo, en la soberanía infinita de su naturaleza divina y en el esplendor de su amor inefable.

LECTURA:

Juan 13:3-17

13:3 sabiendo Jesús que el Padre

le había dado todas las cosas en las manos, y que

había salido de Dios, y a Dios iba,

13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?

13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

13:11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

13:12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

INTRODUCCION

Desde el momento de nuestro nacimiento entramos en un proceso de aprendizaje. De bebés venimos a ser como una esponja, absorbiendo lo que en medio de nuestro ambiente adquirimos. Y vamos aprendiendo de los que nos rodean, sean nuestros padres, o aquellos que están a cargo nuestro, o de aquellos que están mas cerca de nosotros. Y según el lugar de donde fuimos criados, recibimos la enseñanza. Hay países como el nuestro donde estudiamos diversas materias, las cuales muchas de ellas nos proporcionan una información útil y nos ayudan en nuestro crecimiento y en el desarrollo de nuestra vida diaria. Y vamos desarrollando por niveles, destrezas desde las mas simples hasta las mas complejas; y lo que sabemos hoy o conocemos fue lo que hemos estado aprendiendo. Por ejemplo, el estudio de la historia contribuye a que sepamos mas sobre el mundo en que vivimos. El estudio de las matemáticas, la ciencia y otras materias son beneficiosas para poder desenvolvernos en la sociedad en la cual nos ha tocado vivir. Y de hecho, se requiere el estudio para lograr un oficio o una profesión.

¿Pero qué ocurre con nuestro aprendizaje a partir de un encuentro con Cristo?

Al tener un encuentro con Nuestro Salvador, Nuestro Dios nos proporciona a través del estudio de Su Palabra lo que necesitamos saber, no solo sobre lo que es necesario para que nuestra vida sea íntegra, sino que al mostrarnos que somos alma, cuerpo y espíritu, el Señor nos ha dejado ver al darnos luz, lo que necesitamos para vivir realmente durante el tiempo en que estemos en esta tierra. Y en Su bendito amor y Su misericordia nos muestra lo que será nuestra vida en la eternidad, como bien recibimos del mensaje del domingo.

¿Y cuál es la diferencia basica entre la educacion secular y la educacion cristiana que ahora tenemos en la casa del Señor?

En la enseñanza se nos prepara para ser ciudadanos de esta tierra.

Mas en cuanto a la enseñanza que recibimos a través de la Palabra, podemos conocer sobre aquellas áreas que no se reciben en la escuela secular. Y es que Dios nos ha dado Su Palabra para poder desenvolvernos en el nuevo nacimiento, crecimiento y desarrollo de nuestra vida espiritual, dándole sentido y propósito a nuestro peregrinaje por este mundo, pues como no somos de este mundo, debemos estar preparados para el reino que nos aguarda y donde ya todo esta listo en el cielo, para recibirnos.

Y Nuestro Maestro por Excelencia es Nuestro Señor Jesucristo, quien no solo nos ha dado Su Palabra, sino que nos dijo en Mateo 28: 19-20, lo siguiente:

28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Y en ese mensaje de estos versos nos dejó bien claro que tenemos una misión mientras estemos aquí en esta tierra. .

zy¿Cuál es nuestra mision? Hacer discípulos. Y también se nos dijo que la enseñanza es explícitamente, la que El, como Maestro de Maestros, nos dio en Su Palabra y nos la ha revelado por medio del Espíritu Santo: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y no solo eso: nos dijo tambien que mientras estemos aquí, no nos ha deja nunca solos para aprender de El y para enseñar a los demás: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Y alguno se preguntará:

¿Pero cómo puedo enseñar a otros si yo no soy maestro? Como es una comisión o mandamiento, nos corresponde entonces saber que antes de ser maestros y enseñar la Palabra, debemos ser discípulos y conocerla. Y antes de poder trazar con propiedad lo que Dios nos ha puesto en nuestras manos como parte de Su plan perfecto para alcanzar y completar el numero de los redimidos debemos recibir y atesorar la Palabra para ponerla por obra; y de eso se trata esta comision al habernos escogido para ello.

Es por eso que necesitamos conocer y estar claros en las enseñanzas que Jesucristo nos dejó, a fin de seguir el ejemplo de Nuestro Maestro por Excelencia. Y es lo que vamos a iniciar en este estudio de dos partes:

EL MAESTRO DE MAESTROS- PRIMERA PARTE EL METODO DE ENSEÑANZA

DEL MAESTRO DE MAESTROS-SEGUNDA PARTE

Jesús, el Maestro de Maestros.

Jesús desde su niñez aprendió y con su propia vida nos ayudó y nos ayuda a conocer, a crecer y a poner en practica sus enseñanzas:Lucas 2:52

Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

Y a temprana edad ya nos estaba dando ejemplo y cumpliendo lo que dice la Escritura en Proverbios 22:6"Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará"

APLICACION

Los niños que son levantados en estos tiempos por padres cristianos responsables, dejan ver de forma clara que se les ha sembrado el temor reverente hacia Dios y saben reconocer la diferencia entre lo bueno y lo malo. En cambio cuando los padres no son responsables tambien se deja ver en ellos la influencia fuerte del mundo, pues absorben de otros, los malos ejemplos.

¿Y qué desarrrolló Jesus desde temprana edad hasta su edad de madurez?

La actitud de aprendiz de Jesús, la desarrolló a través de la obediencia:Hebreos 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Jesús aprendió hasta convertirse El mismo, en la esencia de toda la enseñanza en la Biblia. Y en Juan 14:6 El asi lo declara: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Por tanto, ¿Qué podemos adquirir desde el nacimiento hasta el final de la vida de Jesus mientras estuvo en esta tierra?

Conocer a Jesús es llegar a la plena sabiduría.

Es Maestro de maestros, porque sólo viniendo a Jesús, es que se aprende a ser maestro de su misma talla, o por lo menos lo mas cerca posible. El nos hizo y nos sigue haciendo la invitacion de inicio a Su Escuela, en Mateo 11:28-3028 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

JESUS ESCOGE A SUS DISCIPULOS ¿Cómo podemos ser discipulos de Jesus?

Jesús como Maestro tuvo el privilegio de escoger a sus discípulos: Juan 15:16:No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Y de dentro de los discipulos escogidos estamos nosotros hoy. Y aunque es un acto voluntario ser un discípulo, Jesús nos demanda una actitud recta y pone sus condiciones:Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

En este verso hay tres condiciones o requisitos para entrar a la Escuela de Dios. ¿Cuáles son?

Negarse a uno mismo: significa colocar a el ego o el yo fuera de nuestra conducta, nuestras actitudes, nuestros intereses propios, y poner en su lugar, la conducta, las actitudes, los intereses en las manos de Cristo, y en Su potestad.

Tomar nuestra cruz: Y con respecto a la cruz, no se trata de llevar la cruz de Cristo, sino nuestra propia cruz.

Seguir a Jesus Si hemos de seguirle, hay una cruz para cada uno de nosotros, insustituible, inmodificable y completamente apta y conforme a nosotros mismos, que debemos llevar hasta el final de nuestras vidas. Si vamos cumpliendo con los requisitos, la matricula quedo salda en la cruz del Calvario, y podemos entrar sin problemas.

LA RELACION DE JESUS CON SUS DISCIPULOS

Los maestros pasan cierto tiempo con sus alumnos, hasta que terminan de estudiar la materia que esté enseñando; pero con Jesús como Maestro, se espera que nuestro tiempo sea para siempre. Asi es como se prueba el verdadero discipulo, según El dijo en Lucas 9:62: Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

De esta manera, ya la relación discípulo-maestro se convierte en una relación íntima: Juan 15:15 nos dice:Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

A tal nivel llega el grado de compenetración, que el discípulo puede llegar a decir lo siguiente:Gal. 2:20: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. La personalidad del Maestro se compenetra a tal punto con la personalidad del discípulo que llegamos a parecernos al Maestro: Mateo 10:24-25: 10:24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa?

La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cuánto me estoy pareciendo a mi Maestro?

¿Y cuando dejamos de ser discipulos para convertirnos en maestros para cumplir con la gran comision de ir y hacer discipulos?

Para que de discípulos pasemos a ser maestros, al estilo de

Jesús Maestro, hay que hacer lo que nos dice Marcos 3:14-15: 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

EL TERMINO MAESTRO APLICADO A JESUS

¿Y de qué habla el término Maestro relacionado con Jesus? El término de Maestro, fue muy apreciado por los escritores sagrados, pues en los Evangelios aparece cuarenta y ocho veces el término maestro con referencia a Jesús. Y con relacion al término hebreo de Maestro, éste aparece quince veces como "Rabbí" y en dos ocasiones "Rabboní".

Jesús mismo se atribuyó el título de Maestro en Juan 13. Demos lectura esta vez al pasaje inicial de forma un poco mas detallada:

LECTURA

13:3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,

13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

Llegamos ahora, a un incidente extraordinario en el cual cada parte del msmo es un aprendizaje de parte del Maestro.

1. Durante Su paso por este mundo pecaminoso, el Salvador no contrajo ninguna contaminación. Fue santo, inocente, y sin mancha.

En el capítulo anterior los pies de Jesús fueron ungidos. Y Durante Su paso por este mundo pecaminoso, el Salvador no contrajo ninguna contaminación. Fue santo, inocente, y sin mancha. Sin embargo en este pasaje, los pies de los discípulos fueron lavados por el Maestro.

¿De qué nos habla este acto de los pies?

Los pies nos hablan del caminar de una persona, de su vida; y el ungimiento de los pies de Jesús con perfume de nardo puro, nos habla del aroma grato del caminar de nuestro Señor. En cambio los pies de los discípulos necesitaban ser lavados. Jesús lavó sus pies con agua, y no hubo aquí ninguna referencia a la sangre. Y es importante que veamos lo siguiente:

a.La sangre de Jesucristo, el Hilo de Dios, nos limpia de todo pecado del pasado, del presente y del futuro, en una sola aplicación. Hay un solo sacrificio. Como dijo el escritor a los Hebreos 10:14: porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Por eso cuando vinimos como pecadores a Cristo Jesús, fue Su sangre derramada en la cruz lo que nos limpió una vez y para siempre y la que nos dio una posición delante de Dios.

Pero después de la salvación, todo lo que uno necesita es la confesión de pecados y la aplicación continua de la sangre de Jesús para limpiar los pecados diarios que se cometen.

Necesitamos ser limpiados, purificados, al caminar por el mundo, porque nos ensuciamos espiritualmente y necesitamos ser lavados. Por este motivo concreto, nuestro Señor como Maestro, lavó los pies de Sus discípulos. Y fue que en vez de 12 discipulos y Jesus, estaba tambien presente otra persona que se había introducido en el aposento alto. Había uno que no había sido invitado y su nombre es Satanás. Hablamos de trece personas que se hallaban en el aposento alto, pero en realidad había catorce. Satanás entró en el corazón de Judas Iscariote y puso en su corazón el deseo de entregar al Señor. El lavamiento era también necesario porque la presencia de Satanás podía surtir sus efectos sobre los demás discípulos.

APLICACION

Dondequiera que el diablo se introduzca en la obra cristiana, los creyentes se ensucian y el Señor tiene que limpiarlos para que puedan tener comunión con Él. Es tan sumamente importante conocer la Palabra de Dios como el participar de la comunión. Toda bendición en la comunión, está ligada a un conocimiento de la Palabra de Dios.

LECTURA

13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? 13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

Veamos la reacción de Pedro en el versículo 8:

"Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo."

Ahora, ¿Qué quiso decir el Señor con estas palabras? Quiso decir que sin este lavamiento no puede haber ninguna comunión o compañerismo con Él. Recordemos que ésta era la fiesta de la Pascua, la cual hablaba de Su muerte. Y aquí dice que se levantó de la cena de la Pascua, lo cual puede simbolizar Su resurrección y Su regreso al cielo. Y ahora, Cristo está con su toalla de servicio ceñida a la cintura y nos está diciendo: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Esto nosdice que no podemos disfrutar de la comunión con Él, de un servicio para Él, sin el lavamiento de nuestras vidas y sin pasar por el proceso diario de la santificacion.. Ahora, ¿Cómo es que Cristo nos lava hoy?

El Salmo 119:9 dice: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra".

Y en Juan 15:3 se nos dice:

Y el apóstol Pablo, en su carta a los Efesios 5:25 y 26 dijo: "Así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra".

Por consiguiente la Palabra de Dios es la que nos mantiene limpios como creyentes.

Y cuando pecamos, ¿Cómo somos limpios?

En 1 Juan 1:9, se nos dijo que: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". Son demasiadas las personas que tratan el asunto del pecado con ligereza. Los pies hablan del caminar, del vivir y cuando somos desobedientes, no estamos caminando en la senda del Señor. Y eso es pecado y tiene que ser confesado.

LECTURA JUAN

13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

13:11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

Aquí vemos otra vez que Jesús sabía que el Padre le había dado todas las cosas en las manos y que, como había salido de Dios, a Dios iba. Llevó a cabo aquella limpieza porque volvía al Padre. Jesús sabía tambien que Judas le iba a entregar. Sabía que Judas no se había "bañado". Judas nunca había sido regenerado. Es por eso que dijo que no todos en aquel grupo estaban limpios.

Todavía en el día de hoy, Jesús se ocupa de lavar los pies. Éste es aún Su ministerio. Él es el siervo perfecto y permanente. Jesús se quitó Su manto exterior. Luego tomó una toalla y se la puso en la cintura. Y en realidad hizo algo muy extraordinario. Tomó el lugar de un esclavo. Y ceñido con aquella toalla de servicio se dispuso a lavar los pies de todos Sus discípulos. Y todavía, hoy en día, Jesús, en un sentido espiritual, aun lava nuestros pies.

Algunos creen que el lavatorio de Pies es un sacramento y que debe practicarse. Otros dicen que ésta fue una lección de humildad y un ejemplo para nosotros. No hay nada erróneo con esta ultima interpretación, pero no creemos que sea lo suficientemente profunda ni hay necesidad de poner el acto en practica.

Pedro ciertamente pudo ver que esta acción era un ejemplo de humildad, y sin embargo, el Señor le dijo: "Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después".

¿Por qué Jesus le dijo a Pedro que El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies?

En aquellos días iban al baño público para bañarse, y luego la gente se ponía las sandalias para llegar a su casa. En cada hogar había un recipiente con agua para lavarse los pies, porque se los ensuciaban caminando por las calles polvorientas de la ciudad. Y no sólo había polvo, sino que en aquellos días también tiraban la basura en las calles. Y las personas usaban sandalias sin calcetines o medias. Así que, aunque alguien acabase de llegar del baño público, tenía que lavarse los pies al entrar en la casa. Y era una señal de honor para un anfitrión proveer un siervo para lavar los pies de los invitados; era una falta de hospitalidad no hacerlo.

¿Cuál era entonces la enseñanza de aquel lavatorio de pies?

Nuestro Señor estaba enseñando que cuando llegamos a la cruz, cuando venimos a Jesús, fuimos bañados por completo. Aquello fue el baño de la regeneración. Pero, cuando caminamos por este mundo, nos contaminamos y nos ensuciamos. Somos desobedientes y el pecado entra en nuestras vidas. No creemos que haya algún creyente que no haya pasado un día sin ensuciarse al menos un poco. Él dijo que no podíamos estar sucios y a la vez, gozar de la comunión y el compañerismo con Él. Por tanto, el lavar de los pies, es la purificación necesaria para restaurarnos a esa comunión.

Recordemos una vez más el pasaje de 1 Juan 1:6- 7, que nos dice: "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."

Lo grande de esta enseñanza es que Jesus todavia nos sigue limpiando de todo pecado; y para poder tener los pies lavados, primero debemos confesar nuestro pecado. Y confesar significa estar de acuerdo con Dios. Significa decir lo mismo que Dios dice sobre nuestro pecado. Una de las cosas más difíciles es lograr que un creyente admita que es pecador. La frialdad, la indiferencia, la falta de amor, todas estas actitudes se ven por parte de Dios como pecado. Si confesamos, Él es fiel y justo para perdonar. Pero, eso no es todo, Cuan grande amor y misericordia la de Nuestro Dios que se ocupa de las impurezas que contraemos en nuestro paso por esta tierra. El agua de la Palabra de Dios nos limpia, la mano del Señor controla nuestro caminar, transformándolo en un camino de obediencia conforme a Su propósito divino para con cada uno de nosotros.

JESUS, MAESTRO DE LA HUMILDAD Y EL SERVICIO

LECTURA JUAN

13:12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

Jesús como el Maestro que ellos sabian que era, les estaba enseñando a Sus discípulos que así como Él había lavado a cada uno los pies, así debían ellos lavarse los pies los unos a los otros.¿Qué significaba eso? El apóstol Pablo nos explicó en su carta a los Gálatas, cómo es que hemos de llevarlo a la práctica.

Dijo él en Gálatas 6:1: "Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado".

Eso nos enseña a nosotros de parte del Maestro de Maestros que cuando un hermano en Cristo cae en el pecado, debe ser reintegrado a la comunión y al compañerismo con los demás por alguien que tenga madurez espiritual.

La crítica y los reproches no contribuyen a limpiar sus pies, espiritualmente hablando. En una iglesia cristiana suele haber toda clase de capacidades y talentos, aunque ello no implica necesariamente que con ello se de una situación de renovación espiritual. Todos necesitamos esa limpieza. Y antes de proceder a limpiar el caminar o la vida de otro creyente, necesitamos que el Señor limpie nuestros propios pies. Debemos acudir al Señor cada vez que seamos conscientes de que hemos adquirido impureza y suciedad en el camino de la vida cristiana.

El salmista dijo en el Salmo 139: 23-24: "Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno".

No hay ni siquiera uno de nosotros que no viva un día sin cometer algún pecado con nuestras palabras,pensamientos,gestos y acciones y hasta con omisiones. Necesitamos confesarlo todo al Señor si queremos ser limpiados. Somos lavados por la Palabra de Dios. Ponemos los pies en las manos de Él, y esto significa que nos entregamos completamente a Él. Esto restaura nuestra comunión y compañerismo con el Señor.

LECTURA JUAN

13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor

236

que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

¿En que consistia el ejemplo de Jesus al mostrar a sus discipulos la necesidad de lavar unos a otros los pies?

En realidad aquel ejemplo de humildad de parte del Señor y Dios requeria que ellos estuvieran dispuestos a hacer lo mismo puesto que se les estaba dando testimonio real; no se trataba de una idea sino de un servicio humilde pero a todo nivel. No era nada mas de un mandato, sino que tenian ante ellos el ejemplo mas humilde de lo que es el servir a los demas. Su proposito era que ellos entendieran y tuvieran un cuadro vivo de lo que ellos debian de imitar y en las diferentes formas en que se puede servir.

Conclusion

No es suficiente con saber y tener una idea clara de lo que Jesus enseñaba; a traves de la Palabra podemos conocer y ver el vivo ejemplo por medio de cada testimonio que Jesus empleo para que pongamos el mismo en practica.

Se trata de que el siervo no es mayor que su Maestro. Y la verdadera humildad no consiste en creer que lo somos, sino en hacer lo que es correcto, sin pensar en el orgullo o la humildad. Y el mejor lugar de ascenso esta en seguir el ejemplo del Maestro de Maestro sin importarnos posiciones, actitudes ni categoria de servicios, para ser siervos de los demas.

Y no importa cuantos le sirvan a uno, sino a cuantos uno le este sirviendo.

Y no olvidemos que las oportunidades para servir estan en todas partes y son consideradas eternamente gratificantes mas que lo que otros nos puedan honrar por ellas.

¿QUIÉN HA DE SEGUIR EL EJEMPLO DEL MAESTRO?

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