LECTURA
TITO 2:11-15
TITO 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
INTRODUCCION
El tema de este estudio es La Impiedad dentro de La Iglesia. Y en esta carta del apóstol Pablo a Tito los versos 11y 12 del capitulo 2 encontramos que el Señor nos enseña sobre la necesidad imperiosa de renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y que en cambio vivamos sobria , justa y piadosamente, trayendo el contraste entre la impiedad y la piedad. Sin embargo, para lograrlo debemos antes que nada hacer lo siguiente:
Entender lo que significan los términos piedad, impiedad, impío, entre otros
Identificar a los impíos dentro de la iglesia.
La renuncia a la impiedad
(Tomar en cuenta lo que Dios tiene en plan para el impío).
A. Entender lo que significan los términos piedad, impiedad, el impío, y otros.
¿Qué es la piedad?
El término piedad significa y es una virtud que habla de misericordia, de perdón y la pone en practica el que teme y ama a Dios de todo su corazón.
Se aplica a la persona que siente pena o dolor hacia quienes sufren. Y es compasiva y misericordiosa. Esta persona se apiada del otro y trata de brindarle su colaboración, actuando con bondad, tiene clemencia a la hora de hacer justicia.
En cambio, ¿que es lo opuesto a la piedad?
La impiedad, es esa actitud que manifiesta indiferencia ante el dolor de otros, y viene a ser crueldad, falta de compasión, dureza ante las injusticias.
Hay diversas clasificaciones que debemos tener claras en cuanto a lo que la Palabra de Dios nos trae, antes de entrar en lo que se denomina como impiedad.
La Palabra de Dios describe en 1 Corintios 2:14-15 dos de estas clasificaciones:
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
Encontramos al hombre natural, a quien también lo identificamos como inconverso; no ha nacido de nuevo ni ha sido transformado, ni tiene al Espíritu Santo.
Encontramos al hombre espiritual, quien ha nacido de nuevo, ha sido transformado y esta en proceso de santificación por el Espíritu Santo que habita en él.
Y en la epístola a los Romanos, capitulo 8:4-8 encontramos otra clasificación:
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Encontramos al hombre carnal, que recibió la transformación pero abandona la vida espiritual, cediendo en su interior a la vieja criatura para vivir conforme a ella. Como creyentes podemos pasar momentos de altas (mayor espiritualidad) y bajas (mayor carnalidad). Por eso en ciertos momentos o en ciertas areas, todos somos algo 'carnales' y menos espirituales. Pero la conducta que distingue al creyente verdadero es la del crecimiento y la
santificación. Debemos de tener un poco de cuidado al 'clasificar' a alguien que ha profesado a Cristo como 'salvo' ó 'no salvo', a menos que los frutos sean tan claros que podamos hacer tal declaración.
El apóstol Pedro tuvo un tiempo de debilidad en medio del cual 'negó' a su Señor. Eso fue un momento de debilidad el cual todos podemos pasar. Pero por eso Pedro no dejó de ser creyente ó ser salvo. Hubo en èl un genuino arrepentimiento.
Sin embargo, tenemos a Judas que siempre estuvo con Jesús y los demás discípulos y que nunca lo negó pero terminó vendiéndole. Y finalmente dio fruto de que nunca fue un verdadero discípulo ni fue salvo.
Encontramos al hombre descarriado, quien estuvo viviendo la nueva vida en Cristo, pero tomó la decisión de desviarse del camino de Dios. El hecho de que la persona esté descarriada no significa que no sea salva pero tampoco significa que lo sea.
Encontramos al hombre apóstata, quien creyó por un tiempo y luego se apartó y nunca vuelve. En realidad nunca fue un verdadero cristiano. Hay diferentes tipos de apostasía: moral, doctrinal. En 1 Juan 2 hay una descripción de este tipo de hombre:
18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del
Santo, y conocéis todas las cosas
B Identificando a los impíos dentro de la iglesia.
¿Entonces que es un impío?
Un impío es aquel que es incrédulo, irreverente, y falto de compasión, de piedad y de misericordia. Con un vocabulario variado, tanto en hebreo como en griego, describe la Biblia una actitud espiritual que es lo contrario de la piedad: Y al desprecio de Dios y de su ley añade un matiz de hostilidad y de arrogancia.
¿Pueden haber impíos dentro de la iglesia?
Cuando hablamos sobre el tema de las áreas específicas de pecados, pensamos que la soberbia y que el orgullo son la causa y raíz de todos los demás. Sin embargo, existe otro pecado que es aún más común y que tal vez es la verdadera raíz de todos los demás. Se trata del pecado de la impiedad y en mayor o menor grado, todos somos culpables de él. Y no nos sorprenda esta declaración ni nadie se sienta ofendido por ello. Nunca pensamos de nosotros mismos como gente impía. Después de todo, somos cristianos, no somos ateos o gente malvada. Asistimos a la iglesia, evitamos caer en pecados escandalosos, y llevamos vidas muy respetables. Según nuestro modo de pensar, los impíos son los que viven vidas abiertamente inmorales. Entonces,
¿cómo se puede decir que todos los creyentes somos impíos en cierto grado?
Contrario a lo que generalmente se piensa, una cosa es la impiedad y otra la maldad; ambos conceptos son diferentes. Alguien pude ser un ciudadano amable y respetable y, al mismo tiempo, ser impío.
¿Qué nos dice Rom. 1:18-23?
Rom. 1:18-23 nos dice: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Observemos que el apóstol Pablo hace una diferencia entre impiedad e injusticia. La impiedad se describe como una actitud hacia Dios. Un ateo declarado es una persona obviamente impía, pero también lo son muchas personas moralmente decentes aun cuando afirmen que creen en Dios. Por lo que podemos decir que La impiedad puede definirse como un estilo devida que no toma en cuenta a Dios, ni su voluntad,ni Su gloria, ni ladependencia de Él. Así que fácilmente podemos ver que alguien puede tener una vida muy respetable y seguir siendo un impío en el sentido de que Dios es totalmente irrelevante en su vida.
Todos los días andamos entre tales personas. Vienen a la iglesia varias horas el domingo, pero viven el resto de la semana como si Dios no existiera. Lo triste de esto es que muchos creyentes también tendemos a vivir sin pensar en Dios. En raras ocasiones pensamos en nuestra dependencia de Él o en nuestra responsabilidad para con Él. En ese sentido, no hay diferencia alguna entre nuestro prójimo amable y decente, pero incrédulo, y nosotros.
Si leemos con cuidado el NT podremos reconocer cuán lejos estamos de vivir a la altura del estándar bíblico de la piedad: Santiago 4:13-17 nos dice lo siguiente: 4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
El apóstol Santiago no condenó a la gente por hacer planes. Lo que sí condenó es que lo hagan sin reconocer que dependen del Dios Omnipotente. Hacemosnuestros planes sin reconocer nuestra total dependencia del Señor parallevarlos a cabo. Esa es una manifestación clara de impiedad. De la misma manera, pocas veces pensamos en la responsabilidad que tenemos ante Dios de vivir de acuerdo a Su voluntad moral según se revela en las Escrituras.
Pocas veces pensamos en la voluntad divina:
El apóstol Pablo quería y oraba para que los colosenses fueran gente piadosa:
Col. 1:9-10 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
1:10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
¿Se parecen las oraciones que hacemos por nosotros, nuestra familia y amigos a la de Pablo a favor de los colosenses?¿O son más como una lista de peticiones que presentamos a Dios para que intervenga en las necesidades físicas y económicas de nuestros familiares y amigos? Nuestras oraciones se centran en lo humano, no en Dios, y en ese sentido somos impíos hasta cierto punto, porque lo que hacemos muchas veces son reflejo de nuestro propio egoísmo.
Según el apóstol Pablo, debemos vivir pensando que estamos en la presencia de Dios buscando agradarle en todo. Por ejemplo, observemos lo que el mismo apóstol dijo a los esclavos de la iglesia de los colosenses en cuanto a cómo debían servir a sus amos para ser piadosos: Col. 3:22-25: 3:22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.
3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
3:25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
Notemos que el v. 23 establece el principio de que debemos esforzarnos para vivir piadosamente en el contexto de nuestra vocación o profesión, según se nos ha dicho antes, para que reconociendo nuestras limitaciones hagamos lo que nos corresponde hacer lo mejor que podamos; o sea piadosamente.
Sin embargo, ¿No es verdad que en lugar de ello, muchos de nosotros desempeñamos nuestro trabajo de la misma forma que los compañeros incrédulos o impíos que sólo lo hacen para sí mismos, para que los asciendan o les aumenten el sueldo, sin la menor intención de agradar a Dios?¿Para ser reconocidos?
El Señor conoce nuestros corazones y la intención con que hacemos las cosas.
Consideremos a la iglesia de Corinto: I Cor. 10:31-33:
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 10:32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 10:33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
La palabra todo en el vs.31 significa que se trata de todas las actividades del día. Ese es el distintivo de una persona piadosa.
¿Qué significa hacer todo para su gloria?
Significa que cuando comemos, manejamos, compramos o nos relacionamos con los demás, tenemos una meta doble:
Primero, deseamos hacer todo lo que agrada a Dios.
En segundo lugar, hacer todo para la gloria de Dios significa que deseamos que todas las actividades del día honren a Dios ante los demás: Mt. 5:16:. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielo
¿Anhelamos de manera consciente y en oración darle gloria al Señor en lo que decimos o hacemos cada día? ¿O actuamos sin tener consciencia del Dios que nos rescató de la impiedad?
Se puede ser moral y correcto y estar ocupado en el servicio cristiano, pero aun así, mostrar poco o ningún interés en tener una relación íntima con Dios. Esa es una de las evidencias de la impiedad.
La pregunta que debemos hacernos de manera honesta es la siguiente: ¿Cuan impío soy? ¿Cuántas actividades diarias realizo que no tienen relación con el Señor? Si nuestro hábito impío de pensar es parte integral de nosotros, ¿cómo podemos confrontarlo?
La respuesta es: Necesitamos desligarnos de toda atadura de impiedad, que aun venimos arrastrando.
B. Desatando Las Ligaduras de Impiedad
¿Que es una ligadura? Cuerda o correa que sirve de sujeción para unir una cosa a otra: también significa Vínculo o impedimento moral que dificulta la realización de algo. Una ligadura es entonces “una sujeción que une una cosa con otra de manera enroscada o trenzada la cual impide que se pueda soltar y así mantenerlas unidas para siempre, a menos que Dios intervenga en ello.
Una ligadura puede nacer directamente de una
relación enfermiza y surge cuando implica faltarle el respeto a la otra persona, despreciarlo, querer controlarlo y/o maltratarlo entre otras cosas que van marcando tendencias ya sea de rechazo o de
costumbres masoquistas las cuales provocan estados emocionales que pueden provocar ligaduras de distintas clases.
Hay personas que viven en casas donde los padres discuten constantemente o incluso solo manifiestan malos tratos -sean físicos o emocionales. Estas personas que han crecido en una atmósfera de malos tratos pueden encontrar este tipo de comportamiento casi normal o correcto, cuando no lo es. Aprendemos observando e imitando a quienes nos rodean, de modo que las personas que han presenciado repetidamente conductas violentas o irrespetuosas pueden no haber aprendido a tratar a los demás con amabilidad y respeto o a esperar este tipo de trato.
¿Qué nos dice la Palabra en cuanto a esto?
Isaías 58:6 nos dice: ¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo? La Palabra nos dice que hay que desatar las ligaduras de impiedad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo (o sea una ligadura que es como un grillo de un preso con cadena) La palabra impiedad en hebreo nos habla de estar equivocado; cometer maldad, ser injusto, no perdonar ni tener misericordia.
El ayuno es uno de los recursos que Dios nos da para desatar las ligaduras de impiedad. Y hay muchísimas cosas que tenemos que soltar para poder dejar a tras toda impiedad de nuestras vidas.
En muchas ocasiones no comprendemos por qué nuestros pensamientos y actos no dejan de llevarnos a cosas que deseamos dejar atrás, tales como malos recuerdos, personas o lugares. Esto muchas veces se da porque hay ligaduras que atan a las personas aun cuando ya esas cosas son situaciones que ocurrieron en el pasado. Pero somos nosotros quienes las revivimos nuevamente.
¿Qué nos dice la Palabra en cuanto a esto?
La Palabra nos dice que hay que desatar las ligaduras de impiedad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo (o sea una ligadura que es como un grillo de un preso con cadena) La palabra impiedad en hebreo nos habla de estar equivocados; cometer maldad, ser injustos, no perdonar ni tener misericordia.
Entre las cosas que DIOS quiere desarraigar de nuestra vida están la equivocación o la falsedad, ya que esto provoca maldad e injusticia.
Por eso la Escritura nos indica en Juan 8:32: y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
La palabra yugo quiere decir unión; y la palabra unión nos habla de una composición que resulta de la mezcla de algunas cosas que se incorporan entre sí. Cuando DIOS dice soltar, El quiere acabar con cualquier mezcla que pueda contaminar nuevamente la vida nuestra, y que recordemos lo que la Palabra dice en Gálatas 5:9: Un poco de levadura leuda toda la masa. Es entonces completamente necesario guardarnos de aquello que hace morir el alma.
Es por esto que debemos de aprender a quitarnos por lo menos unas 6 ligaduras que pueden atar el alma.
• LA LIGADURA DE LA NECEDAD
Proverbios 22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
La palabra necio quiere decir sin DIOS además la palabra necio aparece con la definición de imprudente o falto de razón esta palabra también tiene sinónimos tales como: imprudencia, insensatez o tontería. Las cuales como dice el proverbio, están ligadas en el corazón.
Un ejemplo de necedad: La mujer de Job
Esta actitud la toman muchos ya que están ligados a la necedad y creen que DIOS esta obligado a cumplir sus caprichos. Y si DIOS no los cumple, pasa lo que a la mujer de Job, que al ver la calamidad que estaba sobre su esposo habló de una manera Imprudente hacia a DIOS atribuyéndole injusticia por el trato a Job a tal grado que le dijo:
Job 2:9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad?
Maldice a Dios, y muérete.
Quien posee un espíritu de necedad como éste, actúa impíamente. Este tipo de persona destruye toda relación y contamina todo ambiente.
La única manera de desatarse de esto, es pidiendo perdón a DIOS y dejando que tome el control de nuestras vidas en todas y cada una de las áreas de nuestro corazón.
• LAS LIGADURAS CON MALAS AMISTADES
1 de Corintios 15:33 nos dice: No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
Todos somos fácilmente influenciados por nuestros amigos y por eso es importante escoger amigos justos y santos.
Las ligaduras con compañeros malos enredan tanto a la persona al punto de llegar a ser atrapada en las garras de la impiedad y la maldad. La diferencia entre impiedad y maldad es que la maldad es todo tipo de inmoralidad, malicia, vileza, perversidad, depravación y crueldad.
Prov. 22:5 Espinos y lazos hay en el camino del perverso; El que guarda su alma se alejará de ellos.
24 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 22:25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.
LAS LIGADURAS DE PERVERSION DE FAMILIA
Dentro de la familia existen ligaduras del alma muy íntimas que Satanás desea pervertir. Las ligaduras del alma entre padres e hijos se espera que sean sanas y provechosas.
Cuando los hijos están listos para el matrimonio, las ligaduras con los padres deben terminar para que puedan formarse las ligaduras del matrimonio. Por eso DIOS mismo manda en Génesis 2:24 y en Efesios 5:31 "dejará el hombre a su madre y se unirá a su mujer". Cuando el padre da a su hija en matrimonio, rompe con ligaduras del alma que pudieron haber estorbado tiempos buenos de bendición tanto para los hijos como para los padres mismos. Por eso es importante cerrar siclos de vida ya que para eso DIOS nos ha enviado al mundo, para que cada uno desarrolle el plan con el cual DIOS le ha creado y su Palabra se cumpla.
LAS LIGADURAS DEL ALMA CON LOS DIFUNTOS
Cuando un miembro de la familia o un amigo íntimo fallecen, las ligaduras con esa persona deben disolverse. El periodo de tristeza que sigue la muerte de un ser amado es el tiempo para cerrar siclos de recuerdos melancólicos o de culpa y para esto es necesario siempre estar a cuentas con las personas que nos rodean porque nadie sabe la hora ni el lugar de cada uno. Deuteronomio. 34:8 "Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días, y así se cumplieron los días del lloro de luto de Moisés.
Tiempo de luto esta bien; lo que esta mal es que la persona cree ligaduras del alma por tristeza, pesadez y soledad ya que esto provoca que la persona empiece a divagar creando alucinaciones que pueden abrir puertas espirituales donde los demonios pueden tomar el control y hacer creer al afectado que lo esta visitando su familiar. Es necesario entender que el muerto, muerto esta y que nada podrá hacerlo revivir.
CANALES DE LIGADURAS DE IMPIEDAD
¿Cómo entran los demonios en las ligaduras del alma? Los demonios entran cuando se violan las reglas espirituales. Dios ha puesto límites y reglas que gobiernan nuestras relaciones con otros. Con nuestro entorno y medio ambiente es necesario que recordemos, que EL puso limites a todo. Hay límites que gobiernan las relaciones de nuestra vida y que ninguno debe de pervertirlas ya que esto provoca un desorden que puede llegar a pervertir nuestro entorno y esto a su vez provocara que realicemos cosas que a DIOS no le agradan y que a la larga pueden crear ligaduras demoniacas donde se ha creado un canal de comunicación entre el pecado y la carne provocando con ello ataduras del alma llamadas vicios. Dios puso limites en la creación y separo unas áreas de otras: Luz/ Tinieblas; Día/Noche, etc. Y en el plano familiar, limites en las relaciones de padres e hijos y pariente; hermanos y matrimonios. No podemos traspasar los limites para tornarnos a la impiedad.
ROMPIENDO LAS LIGADURAS DEMONIACAS DEL ALMA
Hemos visto que las ligaduras del alma son realmente poderosas armas de destrucción utilizadas muy sutilmente por el enemigo y es por esto que debemos de identificarlas y destruirlas.
Para esto es necesario reflexionar que en nuestra vida existe una ligadura y que es necesario romperla para ser libres.
Es necesario arrepentirse ante Dios por haber violado Sus mandamientos.
Pedir perdón a DIOS por cada ligadura perversa del alma que hayamos establecido; Por la impiedad que nos este arropando en nuestros actos, en nuestras actitudes sin misericordia, sin capacidad de perdonar.
Hay que saquear la casa del hombre fuerte, reclamando todo lo que él nos haya robado.
Confesemos a a Dios que Satanás ya no tiene derecho legal en nuestras vidas. Declaremos en el nombre del Señor Jesucristo que toda ligadura demoníaca del alma queda rota y deshecha desde este momento.
Ordenemos a todo espíritu inmundo relacionado con estas ligaduras del alma que salgan en el nombre de Jesucristo
Y después de saber que todo yugo o ligadura de impiedad ya ha salido de nuestra vida, procedamos con toda persona que este ligado a nosotros y rompamos estas ligaduras del alma, llámese como se llame: adulterio, fornicación. Pornografía Homosexualismo, lesbianismo.
Si se han formado ligaduras del alma por medio de su relación con el hermano, y sabemos que no están bien, rompa con ellas. Las maldiciones, palabras malas, de derrota, de fracaso, de pobreza, de menosprecio etc. Saque todo eso en el nombre de Jesús y rómpalo.
La renuncia a la impiedad que Dios nos ordena
Pablo escribió a Timoteo: “Ejercítate para la piedad” en I Tim. 4:7. El entrenamiento implicaba, entre otras cosas, compromiso, consistencia y disciplina. Nuestra meta en la búsqueda de la piedad debe ser vivir conscientes de que estamos ante la presencia de Dios cada segundo de nuestra vida, que somos responsables ante Él y que a Él daremos cuentas. Oremos para que Dios nos ayude a ser más conscientes de que vivimos cada día ante Sus ojos que todo lo ven.
Dios, el Soberano infinitamente justo, sabe que en toda la tierra no hay un justo que haga bien y no peque. Y, por lo mismo, en la soberanía infinita de su naturaleza divina y en el esplendor de su amor inefable.