Cristo es la respuesta
Miércoles, 04 Noviembre 2020 09:42

AMIP - ESTUDIOS TEMÁTICOS - EL MAESTRO DE MAESTROS Destacado

Escrito por THALIA FORASTIERI, MAESTRA IGLESIA CAPARRA
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LECTURA:

Juan 13:3-17

13:3 sabiendo Jesús que el Padre

le había dado todas las cosas en las manos, y que

había salido de Dios, y a Dios iba,

13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?

13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

13:11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

13:12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

INTRODUCCION

Desde el momento de nuestro nacimiento entramos en un proceso de aprendizaje. De bebés venimos a ser como una esponja, absorbiendo lo que en medio de nuestro ambiente adquirimos. Y vamos aprendiendo de los que nos rodean, sean nuestros padres, o aquellos que están a cargo nuestro, o de aquellos que están mas cerca de nosotros. Y según el lugar de donde fuimos criados, recibimos la enseñanza. Hay países como el nuestro donde estudiamos diversas materias, las cuales muchas de ellas nos proporcionan una información útil y nos ayudan en nuestro crecimiento y en el desarrollo de nuestra vida diaria. Y vamos desarrollando por niveles, destrezas desde las mas simples hasta las mas complejas; y lo que sabemos hoy o conocemos fue lo que hemos estado aprendiendo. Por ejemplo, el estudio de la historia contribuye a que sepamos mas sobre el mundo en que vivimos. El estudio de las matemáticas, la ciencia y otras materias son beneficiosas para poder desenvolvernos en la sociedad en la cual nos ha tocado vivir. Y de hecho, se requiere el estudio para lograr un oficio o una profesión.

¿Pero qué ocurre con nuestro aprendizaje a partir de un encuentro con Cristo?

Al tener un encuentro con Nuestro Salvador, Nuestro Dios nos proporciona a través del estudio de Su Palabra lo que necesitamos saber, no solo sobre lo que es necesario para que nuestra vida sea íntegra, sino que al mostrarnos que somos alma, cuerpo y espíritu, el Señor nos ha dejado ver al darnos luz, lo que necesitamos para vivir realmente durante el tiempo en que estemos en esta tierra. Y en Su bendito amor y Su misericordia nos muestra lo que será nuestra vida en la eternidad, como bien recibimos del mensaje del domingo.

¿Y cuál es la diferencia basica entre la educacion secular y la educacion cristiana que ahora tenemos en la casa del Señor?

En la enseñanza se nos prepara para ser ciudadanos de esta tierra.

Mas en cuanto a la enseñanza que recibimos a través de la Palabra, podemos conocer sobre aquellas áreas que no se reciben en la escuela secular. Y es que Dios nos ha dado Su Palabra para poder desenvolvernos en el nuevo nacimiento, crecimiento y desarrollo de nuestra vida espiritual, dándole sentido y propósito a nuestro peregrinaje por este mundo, pues como no somos de este mundo, debemos estar preparados para el reino que nos aguarda y donde ya todo esta listo en el cielo, para recibirnos.

Y Nuestro Maestro por Excelencia es Nuestro Señor Jesucristo, quien no solo nos ha dado Su Palabra, sino que nos dijo en Mateo 28: 19-20, lo siguiente:

28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Y en ese mensaje de estos versos nos dejó bien claro que tenemos una misión mientras estemos aquí en esta tierra. .

zy¿Cuál es nuestra mision? Hacer discípulos. Y también se nos dijo que la enseñanza es explícitamente, la que El, como Maestro de Maestros, nos dio en Su Palabra y nos la ha revelado por medio del Espíritu Santo: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y no solo eso: nos dijo tambien que mientras estemos aquí, no nos ha deja nunca solos para aprender de El y para enseñar a los demás: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Y alguno se preguntará:

¿Pero cómo puedo enseñar a otros si yo no soy maestro? Como es una comisión o mandamiento, nos corresponde entonces saber que antes de ser maestros y enseñar la Palabra, debemos ser discípulos y conocerla. Y antes de poder trazar con propiedad lo que Dios nos ha puesto en nuestras manos como parte de Su plan perfecto para alcanzar y completar el numero de los redimidos debemos recibir y atesorar la Palabra para ponerla por obra; y de eso se trata esta comision al habernos escogido para ello.

Es por eso que necesitamos conocer y estar claros en las enseñanzas que Jesucristo nos dejó, a fin de seguir el ejemplo de Nuestro Maestro por Excelencia. Y es lo que vamos a iniciar en este estudio de dos partes:

EL MAESTRO DE MAESTROS- PRIMERA PARTE EL METODO DE ENSEÑANZA

DEL MAESTRO DE MAESTROS-SEGUNDA PARTE

Jesús, el Maestro de Maestros.

Jesús desde su niñez aprendió y con su propia vida nos ayudó y nos ayuda a conocer, a crecer y a poner en practica sus enseñanzas:Lucas 2:52

Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

Y a temprana edad ya nos estaba dando ejemplo y cumpliendo lo que dice la Escritura en Proverbios 22:6"Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará"

APLICACION

Los niños que son levantados en estos tiempos por padres cristianos responsables, dejan ver de forma clara que se les ha sembrado el temor reverente hacia Dios y saben reconocer la diferencia entre lo bueno y lo malo. En cambio cuando los padres no son responsables tambien se deja ver en ellos la influencia fuerte del mundo, pues absorben de otros, los malos ejemplos.

¿Y qué desarrrolló Jesus desde temprana edad hasta su edad de madurez?

La actitud de aprendiz de Jesús, la desarrolló a través de la obediencia:Hebreos 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Jesús aprendió hasta convertirse El mismo, en la esencia de toda la enseñanza en la Biblia. Y en Juan 14:6 El asi lo declara: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Por tanto, ¿Qué podemos adquirir desde el nacimiento hasta el final de la vida de Jesus mientras estuvo en esta tierra?

Conocer a Jesús es llegar a la plena sabiduría.

Es Maestro de maestros, porque sólo viniendo a Jesús, es que se aprende a ser maestro de su misma talla, o por lo menos lo mas cerca posible. El nos hizo y nos sigue haciendo la invitacion de inicio a Su Escuela, en Mateo 11:28-3028 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

JESUS ESCOGE A SUS DISCIPULOS ¿Cómo podemos ser discipulos de Jesus?

Jesús como Maestro tuvo el privilegio de escoger a sus discípulos: Juan 15:16:No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Y de dentro de los discipulos escogidos estamos nosotros hoy. Y aunque es un acto voluntario ser un discípulo, Jesús nos demanda una actitud recta y pone sus condiciones:Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

En este verso hay tres condiciones o requisitos para entrar a la Escuela de Dios. ¿Cuáles son?

Negarse a uno mismo: significa colocar a el ego o el yo fuera de nuestra conducta, nuestras actitudes, nuestros intereses propios, y poner en su lugar, la conducta, las actitudes, los intereses en las manos de Cristo, y en Su potestad.

Tomar nuestra cruz: Y con respecto a la cruz, no se trata de llevar la cruz de Cristo, sino nuestra propia cruz.

Seguir a Jesus Si hemos de seguirle, hay una cruz para cada uno de nosotros, insustituible, inmodificable y completamente apta y conforme a nosotros mismos, que debemos llevar hasta el final de nuestras vidas. Si vamos cumpliendo con los requisitos, la matricula quedo salda en la cruz del Calvario, y podemos entrar sin problemas.

LA RELACION DE JESUS CON SUS DISCIPULOS

Los maestros pasan cierto tiempo con sus alumnos, hasta que terminan de estudiar la materia que esté enseñando; pero con Jesús como Maestro, se espera que nuestro tiempo sea para siempre. Asi es como se prueba el verdadero discipulo, según El dijo en Lucas 9:62: Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

De esta manera, ya la relación discípulo-maestro se convierte en una relación íntima: Juan 15:15 nos dice:Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

A tal nivel llega el grado de compenetración, que el discípulo puede llegar a decir lo siguiente:Gal. 2:20: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. La personalidad del Maestro se compenetra a tal punto con la personalidad del discípulo que llegamos a parecernos al Maestro: Mateo 10:24-25: 10:24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa?

La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cuánto me estoy pareciendo a mi Maestro?

¿Y cuando dejamos de ser discipulos para convertirnos en maestros para cumplir con la gran comision de ir y hacer discipulos?

Para que de discípulos pasemos a ser maestros, al estilo de

Jesús Maestro, hay que hacer lo que nos dice Marcos 3:14-15: 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

EL TERMINO MAESTRO APLICADO A JESUS

¿Y de qué habla el término Maestro relacionado con Jesus? El término de Maestro, fue muy apreciado por los escritores sagrados, pues en los Evangelios aparece cuarenta y ocho veces el término maestro con referencia a Jesús. Y con relacion al término hebreo de Maestro, éste aparece quince veces como "Rabbí" y en dos ocasiones "Rabboní".

Jesús mismo se atribuyó el título de Maestro en Juan 13. Demos lectura esta vez al pasaje inicial de forma un poco mas detallada:

LECTURA

13:3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,

13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

Llegamos ahora, a un incidente extraordinario en el cual cada parte del msmo es un aprendizaje de parte del Maestro.

1. Durante Su paso por este mundo pecaminoso, el Salvador no contrajo ninguna contaminación. Fue santo, inocente, y sin mancha.

En el capítulo anterior los pies de Jesús fueron ungidos. Y Durante Su paso por este mundo pecaminoso, el Salvador no contrajo ninguna contaminación. Fue santo, inocente, y sin mancha. Sin embargo en este pasaje, los pies de los discípulos fueron lavados por el Maestro.

¿De qué nos habla este acto de los pies?

Los pies nos hablan del caminar de una persona, de su vida; y el ungimiento de los pies de Jesús con perfume de nardo puro, nos habla del aroma grato del caminar de nuestro Señor. En cambio los pies de los discípulos necesitaban ser lavados. Jesús lavó sus pies con agua, y no hubo aquí ninguna referencia a la sangre. Y es importante que veamos lo siguiente:

a.La sangre de Jesucristo, el Hilo de Dios, nos limpia de todo pecado del pasado, del presente y del futuro, en una sola aplicación. Hay un solo sacrificio. Como dijo el escritor a los Hebreos 10:14: porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Por eso cuando vinimos como pecadores a Cristo Jesús, fue Su sangre derramada en la cruz lo que nos limpió una vez y para siempre y la que nos dio una posición delante de Dios.

Pero después de la salvación, todo lo que uno necesita es la confesión de pecados y la aplicación continua de la sangre de Jesús para limpiar los pecados diarios que se cometen.

Necesitamos ser limpiados, purificados, al caminar por el mundo, porque nos ensuciamos espiritualmente y necesitamos ser lavados. Por este motivo concreto, nuestro Señor como Maestro, lavó los pies de Sus discípulos. Y fue que en vez de 12 discipulos y Jesus, estaba tambien presente otra persona que se había introducido en el aposento alto. Había uno que no había sido invitado y su nombre es Satanás. Hablamos de trece personas que se hallaban en el aposento alto, pero en realidad había catorce. Satanás entró en el corazón de Judas Iscariote y puso en su corazón el deseo de entregar al Señor. El lavamiento era también necesario porque la presencia de Satanás podía surtir sus efectos sobre los demás discípulos.

APLICACION

Dondequiera que el diablo se introduzca en la obra cristiana, los creyentes se ensucian y el Señor tiene que limpiarlos para que puedan tener comunión con Él. Es tan sumamente importante conocer la Palabra de Dios como el participar de la comunión. Toda bendición en la comunión, está ligada a un conocimiento de la Palabra de Dios.

LECTURA

13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? 13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

Veamos la reacción de Pedro en el versículo 8:

"Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo."

Ahora, ¿Qué quiso decir el Señor con estas palabras? Quiso decir que sin este lavamiento no puede haber ninguna comunión o compañerismo con Él. Recordemos que ésta era la fiesta de la Pascua, la cual hablaba de Su muerte. Y aquí dice que se levantó de la cena de la Pascua, lo cual puede simbolizar Su resurrección y Su regreso al cielo. Y ahora, Cristo está con su toalla de servicio ceñida a la cintura y nos está diciendo: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Esto nosdice que no podemos disfrutar de la comunión con Él, de un servicio para Él, sin el lavamiento de nuestras vidas y sin pasar por el proceso diario de la santificacion.. Ahora, ¿Cómo es que Cristo nos lava hoy?

El Salmo 119:9 dice: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra".

Y en Juan 15:3 se nos dice:

Y el apóstol Pablo, en su carta a los Efesios 5:25 y 26 dijo: "Así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra".

Por consiguiente la Palabra de Dios es la que nos mantiene limpios como creyentes.

Y cuando pecamos, ¿Cómo somos limpios?

En 1 Juan 1:9, se nos dijo que: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". Son demasiadas las personas que tratan el asunto del pecado con ligereza. Los pies hablan del caminar, del vivir y cuando somos desobedientes, no estamos caminando en la senda del Señor. Y eso es pecado y tiene que ser confesado.

LECTURA JUAN

13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

13:11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

Aquí vemos otra vez que Jesús sabía que el Padre le había dado todas las cosas en las manos y que, como había salido de Dios, a Dios iba. Llevó a cabo aquella limpieza porque volvía al Padre. Jesús sabía tambien que Judas le iba a entregar. Sabía que Judas no se había "bañado". Judas nunca había sido regenerado. Es por eso que dijo que no todos en aquel grupo estaban limpios.

Todavía en el día de hoy, Jesús se ocupa de lavar los pies. Éste es aún Su ministerio. Él es el siervo perfecto y permanente. Jesús se quitó Su manto exterior. Luego tomó una toalla y se la puso en la cintura. Y en realidad hizo algo muy extraordinario. Tomó el lugar de un esclavo. Y ceñido con aquella toalla de servicio se dispuso a lavar los pies de todos Sus discípulos. Y todavía, hoy en día, Jesús, en un sentido espiritual, aun lava nuestros pies.

Algunos creen que el lavatorio de Pies es un sacramento y que debe practicarse. Otros dicen que ésta fue una lección de humildad y un ejemplo para nosotros. No hay nada erróneo con esta ultima interpretación, pero no creemos que sea lo suficientemente profunda ni hay necesidad de poner el acto en practica.

Pedro ciertamente pudo ver que esta acción era un ejemplo de humildad, y sin embargo, el Señor le dijo: "Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después".

¿Por qué Jesus le dijo a Pedro que El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies?

En aquellos días iban al baño público para bañarse, y luego la gente se ponía las sandalias para llegar a su casa. En cada hogar había un recipiente con agua para lavarse los pies, porque se los ensuciaban caminando por las calles polvorientas de la ciudad. Y no sólo había polvo, sino que en aquellos días también tiraban la basura en las calles. Y las personas usaban sandalias sin calcetines o medias. Así que, aunque alguien acabase de llegar del baño público, tenía que lavarse los pies al entrar en la casa. Y era una señal de honor para un anfitrión proveer un siervo para lavar los pies de los invitados; era una falta de hospitalidad no hacerlo.

¿Cuál era entonces la enseñanza de aquel lavatorio de pies?

Nuestro Señor estaba enseñando que cuando llegamos a la cruz, cuando venimos a Jesús, fuimos bañados por completo. Aquello fue el baño de la regeneración. Pero, cuando caminamos por este mundo, nos contaminamos y nos ensuciamos. Somos desobedientes y el pecado entra en nuestras vidas. No creemos que haya algún creyente que no haya pasado un día sin ensuciarse al menos un poco. Él dijo que no podíamos estar sucios y a la vez, gozar de la comunión y el compañerismo con Él. Por tanto, el lavar de los pies, es la purificación necesaria para restaurarnos a esa comunión.

Recordemos una vez más el pasaje de 1 Juan 1:6- 7, que nos dice: "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."

Lo grande de esta enseñanza es que Jesus todavia nos sigue limpiando de todo pecado; y para poder tener los pies lavados, primero debemos confesar nuestro pecado. Y confesar significa estar de acuerdo con Dios. Significa decir lo mismo que Dios dice sobre nuestro pecado. Una de las cosas más difíciles es lograr que un creyente admita que es pecador. La frialdad, la indiferencia, la falta de amor, todas estas actitudes se ven por parte de Dios como pecado. Si confesamos, Él es fiel y justo para perdonar. Pero, eso no es todo, Cuan grande amor y misericordia la de Nuestro Dios que se ocupa de las impurezas que contraemos en nuestro paso por esta tierra. El agua de la Palabra de Dios nos limpia, la mano del Señor controla nuestro caminar, transformándolo en un camino de obediencia conforme a Su propósito divino para con cada uno de nosotros.

JESUS, MAESTRO DE LA HUMILDAD Y EL SERVICIO

LECTURA JUAN

13:12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

Jesús como el Maestro que ellos sabian que era, les estaba enseñando a Sus discípulos que así como Él había lavado a cada uno los pies, así debían ellos lavarse los pies los unos a los otros.¿Qué significaba eso? El apóstol Pablo nos explicó en su carta a los Gálatas, cómo es que hemos de llevarlo a la práctica.

Dijo él en Gálatas 6:1: "Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado".

Eso nos enseña a nosotros de parte del Maestro de Maestros que cuando un hermano en Cristo cae en el pecado, debe ser reintegrado a la comunión y al compañerismo con los demás por alguien que tenga madurez espiritual.

La crítica y los reproches no contribuyen a limpiar sus pies, espiritualmente hablando. En una iglesia cristiana suele haber toda clase de capacidades y talentos, aunque ello no implica necesariamente que con ello se de una situación de renovación espiritual. Todos necesitamos esa limpieza. Y antes de proceder a limpiar el caminar o la vida de otro creyente, necesitamos que el Señor limpie nuestros propios pies. Debemos acudir al Señor cada vez que seamos conscientes de que hemos adquirido impureza y suciedad en el camino de la vida cristiana.

El salmista dijo en el Salmo 139: 23-24: "Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno".

No hay ni siquiera uno de nosotros que no viva un día sin cometer algún pecado con nuestras palabras,pensamientos,gestos y acciones y hasta con omisiones. Necesitamos confesarlo todo al Señor si queremos ser limpiados. Somos lavados por la Palabra de Dios. Ponemos los pies en las manos de Él, y esto significa que nos entregamos completamente a Él. Esto restaura nuestra comunión y compañerismo con el Señor.

LECTURA JUAN

13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor

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que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

¿En que consistia el ejemplo de Jesus al mostrar a sus discipulos la necesidad de lavar unos a otros los pies?

En realidad aquel ejemplo de humildad de parte del Señor y Dios requeria que ellos estuvieran dispuestos a hacer lo mismo puesto que se les estaba dando testimonio real; no se trataba de una idea sino de un servicio humilde pero a todo nivel. No era nada mas de un mandato, sino que tenian ante ellos el ejemplo mas humilde de lo que es el servir a los demas. Su proposito era que ellos entendieran y tuvieran un cuadro vivo de lo que ellos debian de imitar y en las diferentes formas en que se puede servir.

Conclusion

No es suficiente con saber y tener una idea clara de lo que Jesus enseñaba; a traves de la Palabra podemos conocer y ver el vivo ejemplo por medio de cada testimonio que Jesus empleo para que pongamos el mismo en practica.

Se trata de que el siervo no es mayor que su Maestro. Y la verdadera humildad no consiste en creer que lo somos, sino en hacer lo que es correcto, sin pensar en el orgullo o la humildad. Y el mejor lugar de ascenso esta en seguir el ejemplo del Maestro de Maestro sin importarnos posiciones, actitudes ni categoria de servicios, para ser siervos de los demas.

Y no importa cuantos le sirvan a uno, sino a cuantos uno le este sirviendo.

Y no olvidemos que las oportunidades para servir estan en todas partes y son consideradas eternamente gratificantes mas que lo que otros nos puedan honrar por ellas.

¿QUIÉN HA DE SEGUIR EL EJEMPLO DEL MAESTRO?

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