Cristo es la respuesta
Martes, 03 Noviembre 2020 09:40

AMIP - ESTUDIOS TEMÁTICOS - EL TEMOR DE DIOS FONDO BIBLICO INICIO: Destacado

Escrito por THALIA FORASTIERI, MAESTRA IGLESIA CAPARRA
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Deuteronomio 6:1-2

6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; 6:2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.

INTRODUCCION

Para poder compartir sobre el tema de este estudio, es necesario entrar en varios aspectos que nos ayuden a tener un cuadro claro y útil sobre lo que la Biblia nos trae y nos enseña con relación al mismo.

Al buscar el término temor en la Biblia, este se registra infinidad de veces y son muchos los versos que nos hablan sobre este, y muchos mas los que se relacionan de un modo u otro con lo que identificamos como temor de Dios, ya sea de forma directa o indirecta. Es por tanto importante que pasemos por varios puntos o aspectos que vamos a enumerar, a fin de lograr nuestro objetivo principal, que consiste en responder a las siguientes preguntas:

¿Qué es el temor de Dios? ¿Estoy viviendo en el temor de Dios? Los puntos de estudio son los siguientes:

  1. Definición del Termino Temor

  2. Clasificación del Termino

  3. Temor de Dios y las Evidencias Bíblicas

  4. Efectos de la Ausencia o Abandono del Temor de Dios

  5. Bendiciones para los que temen a Dios

A. Definición del Término Temor

¿Qué significado tiene este término?

El temor puede ser miedo: ansiedad causada por un peligro eminente: y con esta definicon entendemos lo que dice Job 3:25Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.

Y en Proverbios 10:24: Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.

El término temor en un diccionario común, significa: sentimiento de inquietud y miedo que provoca la necesidad de huir ante alguna persona o cosa; evitarla o rechazarla por considerarla peligrosa o perjudicial. Y es sinónimo de pánico, miedo, sospecha, asombro, terror, desasosiego, alarma, y desconfianza, entre otros términos.

En cambio, en la Biblia, no solo tiene el significado anterior. En la Biblia, tiene primeramente el sentido de huida, aquello que es provocado por el hecho de estar atemorizados, y aquello que puede provocar la huida, como en el siguiente caso en 2da de Samuel: 4:1-4

Luego que oyó el hijo de Saúl que Abner había sido muerto en

Hebrón, las manos se le debilitaron, y fue atemorizado todo Israel. 4:2 Y el hijo de Saúl tenía dos hombres, capitanes de bandas de merodeadores; el nombre de uno era Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado con Benjamín,

4:3 pues los beerotitas habían huido a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).

4:4 Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamentese le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.

Encontramos también este significado en los cuatro Evangelios:

(a) temor, miedo, terror. Y el término temor tiene el significado común que hemos mencionado antes, en los siguientes pasajes:

Heb. 2:14-15 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.

1 Juan 4:18; En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Apoc. 11:10-11; 11:10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.

11:11 Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.

18:9-10, 18:9 Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

18:10 parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!

15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

B. Clasificación del Término

Ya con la definición podemos darnos cuenta de que existen diferentes tipos de temor. ¿Cómo los podemos distinguir? Para ello vamos a darles una categoría:

  1. El temor de miedo por causa del pecado: que vino y todavía viene a causa del pecado. En el caso de Adán, ¿Qué fue lo que le ocurrió? En su ejemplo vemos que la desobediencia nos traslada del temor reverente a ese temor en el alma que es ya un miedo. Ej.: Adán (Gen. 3:10) Cuando Adán era obediente tenia temor santo ante Dios. Cuando peco o desobedeció, le tuvo miedo a Dios. Todo creyente que le tenga miedo a Dios, seguramente está en desobediencia, aun viendo la prosperidad que Dios le haya dado.

  2. El temor instintivo, que nos viene cuando nuestro instinto de conservación nos conduce a huir del peligro. Cuando vemos acontecimientos naturales, por ejemplo, puede entrar en nosotros el miedo al alma como en el caso del naufragio de Pablo y sus acompañantes. (Hech. 27:19-29) Aquí vemos que Pablo, en contraste con ellos, siguió con su temor reverente gracias a la visión que le habían dado que comparecería ante el Cesar.

  3. El temor ocasionado por malas experiencias: De este surgen los mas de 104 miedos a diversas cosas. El miedo es una emoción normal y universal, necesaria y adaptativa que todos experimentamos cuando nos enfrentamos a determinados estímulos tanto reales como imaginarios. Por ejemplo, los niños a lo largo de su desarrollo sufrirán y experimentarán numerosos miedos: a la separación, a los extraños, a los ruidos fuertes, a la oscuridad, a quedarse solos, a los animales, al colegio y así podríamos continuar con una muy larga lista, etc. La mayoría de estos temores serán pasajeros y no representarán ningún problema, irán apareciendo y desapareciendo en función de la edad y del

desarrollo humano.

La ansiedad que experimentan con sólo pensar que puedan quedar atrapados en algún lugar o situación donde no puedan escapar o encontrar ayuda, hay casos en que se llega a sufrir un ataque de ansiedad o de pánico. Y en ocasiones es tan grande que les lleva a tomar todo tipo de medidas y precauciones que les imposibilita estar en aglomeraciones, hacer filas, viajar en medios de transporte publico, acudir a supermercados, restaurantes… Para ellos cualquier lugar puede representar un problema por lo que van generalizando a múltiples situaciones y estímulos, debido a la asociación que se va produciendo entre las sensaciones internas percibidas como altamente alarmantes.

  1. El temor provocado por el enemigo. Hay ciertos miedos que cuando permanecen en la persona, y se convierten en algo anormal, hay que examinar su procedencia. Por ejemplo: el miedo a las alturas, o al encierro, a ciertos animales, etc. Pero el enemigo intenta producir enfermedades de ansiedad y de depresión en el ser humano a fin de conducirle a conductas anormales en su vida. Hay una fobia que esta atacando de forma insistente a muchos en el día de hoy: la AGORAFOBIA. Pánico a espacios abiertos, a salir a la calle, o a lugares públicos.

Al ser la fobia que mayor incapacidad presenta dado que puede llegar a encarcelar a las personas en sus propios hogares, es quizás uno de los trastornos más frecuentemente vistos, sobre todo en mujeres. Se trata de una enfermedad emocional en la que cada vez se van tratando de proteger evitando salir, al punto en que llega un momento en el que ya no pueden ni siquiera salir de sus propias casas.

Y la evaluación del peligro tanto real como imaginario que se hace al respecto, es de tal forma, que cada vez van siendo las situaciones más amplias, mas intensas y más evitadas, lo que a su vez fortalece cada vez más el problema, llegando a extremos que ni solos ni acompañados pueden

arriesgarse a salir dada la inmensa generalización que se va produciendo. Sus anticipaciones son extremas y los trastornos que originan muy severos; de ahí que se tiende acudir a medicamentos, calmantes que les ayuden a resolver un problema tan altamente incapacitante.

Hasta ese nivel o grado puede afectar ese temor a las personas y aun a creyentes que se dejan influenciar e invadir por espíritus de temor maligno y dañino.

¿Qué efectos dañinos produce el temor o miedo de este tipo? El miedo:

  • paraliza, bloquea,

  • nos impide caminar o salir hacia delante, nos impide avanzar hacia una vida mas fructífera,

  • nos lleva a estar viviendo inseguros.

  • Nos lleva a ser cobardes.

  • nos sentimos desnudos

  • nos sentimos desamparados

  • Nos escondemos o nos justificamos.

  • Tenemos miedo a la pobreza,

  • Miedo a la crisis, de diversas circunstancias, o hechos, o personas, que nos pueden hacer daño, ¡y en el proceso nos revelamos contra Dios!

Este tipo de temor no es beneficioso y debe ser no solo vencido derrotado, sino estar claros en no proviene de Dios. Es de una de estas fuentes:

1.nosotros mismos dentro de la culpabilidad a causa del pecado 2.un espiritu que nos mueve al miedo, la cobardia, y la falta de fe.

3.Circunstancias y experiencias que lo causan.

Por esto es que el apostol Pablo nos aclara lo siguiente en 2 Tim.1:7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

¿Y cual es el mejor y eficaz antídoto para esos tipos de temores o miedos o fobias?

De hecho, la Palabra menciona esos tipos principales de temor. En la Palabra de Dios hay salud, y por tal razón encontramos unas 365 veces que se registra en la Biblia la frase: No temas o No temáis. Y como el Señor nos conoce a la perfeccion, El ha colocado a través de toda la Biblia el mensaje de ánimo generosamente, contra ese tipo de temor. Es por eso que desde Genesis hasta Apocalipsis El nos dice: No temas.

Si hacemos un breve recorrido bíblico, podemos mencionar por lo menos varias de estas veces en las que el Señor nos insta a no tener miedo.

2 Cr.20:15; Isaias 44:8; Lc.12:32;Josue 1:9; Samos 23:4;Salmos

27:1-3; 56:11; 118:6;

Pero nuestro tema apenas comienza, puesto que hay un temor que sí debe estar presente en nosotros en todo tiempo de nuestras vidas:

El temor de Dios. Y es entonces importante dedicar el resto del estudio a este tipo de temor.

C. El Temor de Dios y las Evidencias Bíblicas

¿A que nos referimos cuando hablamos del temor de Dios?

El temor, cuando lo relacionamos con Dios y Su Palabra, adquiere otro significado mucho mas amplio y profundo.

En cuanto al temor de Dios, a este se le va dando un significado y alcance tal, que surge la necesidad de clasificarse según su uso y la relación que el ser humano tenga con Dios. La Biblia tiene mucho que decir sobre este tema.

En primer lugar, el temor a Dios es un mandamiento ordenado por El. Desde el AT, temer a Dios es una orden que se le dio a Israel y a todo el que es considerado pueblo de Dios..

6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; 6:2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.

¿Qué era el temor a Dios en el AT, según este pasaje?

Si nos detenemos en el verso 2, tendríamos que decir que en el AT para Israel, el temor a Dios era un mandamiento, en su origen. Y se nos dice en el mismo verso, la forma de demostrar que temían a Dios: guardando Sus mandamientos y Sus estatutos. Y no solo era para el pueblo que estaba allí presente, sino para todas las generaciones que surgieran después de ellos. Era para toda la vida, el temer a Dios. Y además de ser un mandamiento, había un pacto o acuerdo en sus resultados: si había obediencia: sus días sobre la tierra les serian prolongados.

Y definitivamente, no se trataba de un temor de Su poder y Su justa retribución, o castigo, sino de un saludable miedo a desagradarle, que viene a ser el temor que ahuyenta el terror de vivir lejos de El y que a su vez nos lleva a acercarnos a Su presencia. En otras palabras, se trata de un temor reverente, ese respeto o veneración que se tiene al Señor para procurar en todo tiempo, agradarle en todo: y ese todo habla de todo nuestro ser: alma, cuerpo y espíritu. En la actualidad se pretende vivir bajo un temor a Dios a conveniencia y conforme a nuestros gustos y preferencias. Pero a Dios no se le teme a medias, pues no se le obedece así; o sea, no podemos agradarle solo en parte.

¿Desde qué momento el miedo del hombre desaparece y se convierte en temor de Dios?

Desde el momento en que el hombre nace de nuevo; con este acto nace en él, el temor a Dios, puesto que sus pecados son perdonados y su estado de gozo, paz y libertad del pecado, le abren la puerta a este tipo de temor. Cuando nacemos de nuevo, entra la sabiduría y la inteligencia, y el conocimiento de Dios a nuestras vidas. Y a partir de esa novedad de vida, también nace delante de nosotros el temor a Dios. Este temor debe de ir en aumento en nosotros, pues va surgiendo en nosotros cuando la sabiduría de Dios es dada. Y la primera evidencia que presentamos, la encontramos en Proverbios 1:7, que dice:

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;

Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

¿Dónde se originan las desgracias que sufre el hombre?

Con la ausencia del temor a Dios, vienen las desgracias que a diario aquejan a nuestra sociedad. Ymientras que la ausencia de temor produce mucho pecado y desgracia, la presencia del temor a Dios produce una vida justa, feliz y próspera. Y aun cuando nuestra forma de definir el temor de Dios es la reverencia y el respeto al Señor, es bien importante aclarar que el temor a Dios es mas que un simple respeto y reverencia al Señor. El temor del Señor: no es solo simple respeto ni tampoco miedo o pánico. Temer de Dios no significa tenerle miedo. Le tiene miedo el que no le conoce.

¿De qué depende entonces el respeto que le tengamos a Dios?

Dependerá del historial de cada uno de nosotros: este temor debe de ir de aumento en nosotros pues nace el temor cuando nace la sabiduría de Dios en nosotros, como hemos dicho antes. Y luego aumenta según vaya siendo nuestra relacion y comunion con El. Por eso encontramos en el libro de los salmos, un libro que trata principalmente de esos tratos intimos y personales con nuestro Señor, que debemos cultivar cada uno de nosotros.

¿Cuál es entonces el problema que se da ante la necesidad imperiosa de temor de Dios en los corazones?

La diversidad de modos de pensar y de actuar ante esta verdad innegable:

  1. están aquellos que entienden el temor del Señor como un tipo de terror, tener miedo de Dios, por lo que les pueda hacer para castigar y condenarles.

  2. Otros lo entienden como un simple respeto, semejante al que les dan a sus compañeros o… no lo entienden para nada, porque lo consideran irrelevante para la presente era de la gracia. Empezando por el simple respeto: el respeto que pueda existir entre iguales no es el mismo que el respeto que debemos tener al Dios Altísimo y Soberano. En un reino, un súbdito no respeta al rey del mismo modo que respeta a sus compañeros. Incluso si tiene toda la confianza ante el trono, como nosotros, a través de la sangre de Cristo. Tenemos derecho de presentarnos ante el trono de la gracia de Dios, como hijos del Rey, que somos, por la fe. Pero eso no nos quita que sigamos siendo súbditos ante el Rey. Y como a todo Rey, y mas tratándose del Rey de Reyes, se le debe profundo respeto. En otras palabras, el hecho que seamos hijos del Rey no anula el temor, y el profundo respeto que se le debe al Rey, al Altísimo; y ni lo convierte en un simple respeto, como el respeto entre iguales, ni nos da derecho alguno a abusar de la confianza y la relación de comunión que pueda haber entre Dios y nosotros.

Por otro lado, el hijo de un rey de ninguna manera se acercaría al rey de la misma manera en que un extraño se le acercaría. Un hijo no se le acercaría al rey con temor de miedo, sino con confianza, sabiendo que con quien está hablando es su amoroso Padre. Al mismo tiempo y como ya dijimos antes, el hijo también se le acercaría con profundo respeto reconociendo que no se le está acercando a un colega sino a su Padre, quien a su vez es el Altísimo, el Señor de Señores y Rey de Reyes. En otras palabras, el hecho de que seamos hijos del Rey también significa que el temor del Señor no se debería de entender como tener miedo, del Rey. Más bien, se debería de entender como un muy profundo y el más alto respeto que es debido de hijos al más amoroso Padre, quien a su vez es el Creador de todo, el Altísimo Dios.

¿A qué nos referimos entonces cuando hablamos de temer y respetar a Dios?

  1. Tenerle respeto es acatar sus ordenes, sujetarse, obedecer, admirar a quien es digno de toda honra.

  2. Tener reverencia con santo temor ante El y sus cosas santas

  3. Reconocer Su santidad y rendirle honra y darle gloria ante Su justicia, Su poder

  4. Podríamos decir entonces que temer a Dios significa acercársele de ambas formas, como Padre (con confianza y sin tenerle miedo) y como al Altísimo (con el más profundo respeto).

  5. Reconocerle como Dios de amor y de misericordia y también como fuego consumidor, que juzga el pecado y toda clase de mal.

¿Y a qué otra conducta nos conduce tener ese temor a Dios? Nos conduce a tratar con los demás en base a ese mismo temor, como en el caso de Pablo ante los Corintios: 1 Cor.2:3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

Por otra parte, definimos el temor a Dios como tener reverencia ante Su presencia. Y eso es una realidad, además del respeto.

En cuanto al temor relacionado con Dios, el significado de temor reverente lo encontramos en Hechos 2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.

Al mismo tiempo que respeto, es reverencia que se ha de tener a Dios. 19:17; Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.

1 Cor. 2:3; 1 Tim. 5:20

¿Qué sucede cuando el término temor lo relacionamos con reverenciar a Dios?

Reverenciar a Dios es… Honrar, rendirle culto, expresar respeto y honra para la persona que estimas mucho, a base del verdadero amor y aprecio. Tal alta estima debe empezar con nuestra relación con Dios.

LO OPUESTO DE REVERENCIA Lo opuesto es tomar en poco a otra persona, dándole menor importancia. Demuestra falta de aprecio o aún burla hacia una persona.

¿Y de qué manera expresamos esa reverencia a Dios?

1. Conforme a la manera en que hablamos acerca de Dios. - No debemos hacer bromas del Padre, o del Hijo, ni del Espíritu Santo.

- Nunca debemos tomar el nombre de Dios en poco o en vano. Éxodo 20:7

Por eso es que el temor, cuando lo relacionamos con Dios y Su Palabra, adquiere otro significado mucho mas amplio y profundo.

2. De la manera en que sirvamos a Dios.

  • Todo servicio que hago como para el Señor, es digno de respeto. Colosenses 3:23-24

  • Debo pensar en qué manera puedo agradar a Dios con un espíritu de temor y reverencia. Hebreos 12:28

3. De la manera en que manejamos la Palabra de Dios.

  • Siempre debo estimarla como la Palabra inspirada de Dios. 2 Pedro 1:21 y 2 Timoteo 3:16

  • Tengo que tomar su mensaje en serio y actuar a base de ella. Santiago 1:21

4. De la manera en que nos comportamos durante los cultos y actividades de la iglesia.

  • Debo evitar conversar con amigos o con hermanos durante los cultos. Zacarías 2:13

  • Debo enseñar a los niños la importancia de mostrar reverencia en los cultos.

  • Debo procurar llegar a los cultos con una actitud de oración a Dios, y ser puntual en la asistencia y horas de comienzo. Salmos 95:6

5. En la actitud que demostramos durante la oración.

  • Una forma de manifestar reverencia en la oración es por inclinar la cabeza y cerrar los ojos.

  • Debo evitar la risita o una actitud ligera en tiempo de la oración.

6. En nuestro comportamiento en un lugar dedicado a la adoración de Dios y la predicación de su Palabra.

- No debo gritar ni correr en el edificio antes ni después de los cultos. - Debo ayudar a mantener el lugar de adoración limpio y ordenado para así mostrar honra y aprecio a Dios.

OTROS ASPECTOS DE LA REVERENCIA

1. Reverencia a los que están en lugares de autoridad gubernamental.

  • Romanos 13:1-7 nos enseña que debemos respetar a las autoridades superiores. Debemos tener cuidado de no hablar con falta de respeto de personas en lugares de responsabilidad gubernamental, aun cuando no estamos de acuerdo con ellos.

    1. Reverencia a los padres.

  • Debemos una reverencia a nuestros padres aun cuando notemos errores que hayan cometido.

  • Dios manda que siempre haya honor y respeto hacia a los padres. Efesios 6:1-3 Y si eso es así, ¿Cuánto mas le debemos honor, respeto, y reverencia a los demás?

    1. Reverencia a un esposo.

  • Dios manda a las esposas que respeten a sus maridos. Efesios 5:33 - La expresión de una esposa hacia su marido siempre debe ser de honrarle y respetarle y nunca de desprecio o con respuesta insolente. 1 Pedro 3:1-7

    1. Reverencia a los líderes de la iglesia.

  • Tal reverencia no se basa en siempre estar de acuerdo con ellos, sino tener reverencia y honrar la posición en la cual Dios les ha puesto. 1

Tesalonicenses 5:12-13 y Hebreos 13:17

    1. Reverencia a toda la humanidad.

  • Hay un sentido en que debemos honrar y respetar a todo hombre como creación de Dios gente a quién El ama.

  • Tratemos unos a otros con honra y respeto aun cuando una persona nos parece rara o extraña. 1 Pedro 2:17

Los hombres que no tienen temor de Dios, desprecian la sabiduría y la enseñanza que proviene de Dios. En principio, le niegan (Salmo 14:1).y por consecuencia, desprecian, y no le dan valor a la Palabra de Dios.

D. Efectos de la Ausencia o Abandono del Temor de Dios En Hechos 5 encontramos un caso en el cual un matrimonio demostró no temer a Dios y eso le trajo graves consecuencias. Nos referimos al caso de Ananías y Safira. Sin embargo, Dios usó su mal ejemplo para sembrar en la iglesia el genuino temor reverente y santo que El merece. Al Dios emitir juicio contra ellos, a causa de su pecado y falta de temor, vino un aumento de humildad, reverencia y temor.

Hch. 5:11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.

¿Qué nos sigue enseñando este ejemplo en la actualidad?

Nos enseña que el pueblo que se considere pueblo de Dios y pierde o carece de un apropiado temor de Dios, pasando por alto Su justicia y Su juicio contra el pecado, se va inclinando a los caminos de impiedad del mundo, y va dejando de experimentar el derramamiento del Espíritu Santo, y la presencia milagrosa de Dios, hasta terminar siendo cortado de Su gracia y de Su reino, aun cuando diga tener nombre de que sirve al Señor.

¿Por qué está la humanidad en una condición tan caótica y deplorable?

Porque no hay temor de Dios delante de sus ojos. Si hubiera temor de Dios, buscarían la reconciliación y la paz. Y con el temor de Dios, los hombres se apartan del mal. Cuando un país abandona el temor de Dios, y se aparta de la razón de ser de todo hombre en esta tierra, abandonando a quien le creó y le formó con propósitos santos, el resultado es el desastre en todas las esferas de su vida. Si a los niños no se les enseña el temor de Dios, no esperemos un país lleno de las bendiciones del Creador, puesto que con el temor de Dios los hombres se apartan del mal.

D. Bendiciones para los que temen a Dios

Desde el principio, Dios nos dio una orden de temerle, pues solo cuando se le teme de verdad, y de forma apropiada, somos librados de la esclavitud del pecado y al mismo tiempo de todos los temores satánicos y anormales. El genuino temor de Dios por otra parte nos brinda beneficios tan enormes que no podemos enumerarlos en este estudio. Apenas podemos mencionar una muestra de ellos.

¿De que manera nos brinda beneficios el hecho de temer a Dios de todo corazón?

El temor de Dios es un elemento esencial en la fe y el cristianismo que profesamos.

El Dios que nos formó supo desde el principio lo que debíamos hacer. Y restauro el temor perdido a causa de nuestros pecados para darnos dones y salvación con todo lo que esta envuelve:

  1. El genuino temor de Dios nos hace poner nuestra confianza y nuestra fe solo en El, para salvación.

  2. El temor de Dios nos lleva a obedecer Su Palabra y decirle no al pecado.

  3. El temor de Dios nos santifica día a día en la verdad; y Su Palabra es la verdad. Nos purifica y nos mueve a aborrecer el pecado y todo lo que El aborrece.

  4. El temor de Dios nos protege del fracaso, y nos motiva a adorarle con todo nuestro ser.

Y para terminar, a modo de ejemplo, demos lectura a varios versos inspiradores relacionados con el temor a Dios, y sus multiples beneficios:

Salmos 25:12

“¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger.”

Salmos 25:14

“La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.”

Salmos 31:19

“¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!“

Salmos 33:18

“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia,”

Salmos 34:7

"El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.”

Salmos 34:9

“Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen.”

Salmos 103:11

“Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.”

Salmos 103:13

“Como el padre se compadece de sus hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.”

Salmos 103:17

“Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;”

Proverbios 10:27

“El temor de Jehová aumentará los días”

Proverbios 14:26

“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.”

Proverbios 14:27

“El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte”

Proverbios 16:6

“Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.”

Proverbios 19:23

“El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.”

Eclesiastés 12:13

“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.”

Si necesitas crecer en el temor de Dios, y reconoces que has ido perdiendo en el camino parte de ese temor, es tiempo de entregarle tus problemas, dificultades y debilidades para que recibas nuevamente Su fortaleza en una comunión santa con Tu Señor.

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